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Monseñor: Es una monstruosidad

Realizan misa en la Catedral Metropolitana de la CDMX

Por El Universal

Marzo 16, 2025 03:00 a.m.

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Ciudad de México.- “Ojalá todos tomáramos un pico y una pala y nos fuéramos a buscar con ellas (las madres buscadoras), pero si no podemos, tomemos al menos la primera demanda que nos hacen: escuchémoslas”, expresó monseñor Javier Acero Pérez durante una misa en memoria de los desaparecidos en la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México.

“Lo que ha ocurrido en Teuchitlán es una prueba de nuestra indiferencia social provocada por el miedo de cuidar al hermano que se encuentra solo y desamparado. No podemos permitir campos de exterminio en ningún lugar del mundo, porque son frutos de negligencias y complicidades sociales”, advierte monseñor, arzobispo auxiliar de la arquidiócesis de México.

“Este dolor, hermanos, no se resume en números, porcentajes, en ruedas de prensa, notas, escritos, comunicados, este dolor es sagrado. Esta monstruosidad no puede quedar impune, indiferente, silenciada en carpetas de investigación, en cuerpos abandonados…”, expresó monseñor.

Entre quienes escuchan está Gustavo Hernández, padre de Abraham Zeidy Hernández, desaparecido en Monterrey. Don Gustavo llamó a las familias asistentes a la vigilia: “Esta noche vayan y abracen a sus hijos, abrácenlos como si fuera el mío”.

En el Zócalo de la Ciudad de México cientos de madres y padres buscadores colocaron cientos de pares de zapatos numerados, veladoras e incienso para recordar a los más de 120 mil desaparecidos en el país.

Denunciaron la negligencia de autoridades estatales y federales y expusieron un pliego petitorio, dirigido a la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo: “Que apoye a quienes vivimos amenazados, y a pesar del infierno que padecemos, salimos a buscar a las decenas de miles de mexicanos y migrantes que permanecen desaparecidos y el Estado mexicano se ha mostrado incapaz de buscar y encontrar”, leyeron en uno de los puntos.

“A pesar del horror, aquí estamos. Lo que nos mueve es el amor y la esperanza por encontrarles. No más campos de exterminio, no más violencia, queremos a nuestras hijas, a nuestros hijos, a nuestros hermanos, a nuestros padres de regreso”, expresó con dolor una hermana buscadora.