NADIE TE OBSERVA MÁS

Nadie te observa más que las personas a las que no les agradas.
Vivimos convencidos de que todo el mundo está demasiado ocupado en lo suyo como para prestarnos atención. Y en muchos casos es cierto. Pero existe una excepción: las personas a las que no les agradas. A esas, curiosamente, les resulta difícil apartar los ojos de ti. A lo mejor por simple obsesión. Quienes no te soportan te observan con lupa. Analizan tus errores, exageran tus defectos y a veces hasta esperan tu caída. Te siguen con más atención de la que crees, buscando cualquier gesto, palabra o acción que confirme su versión negativa de ti. Se fijan en lo que dices, en cómo te vistes, en tus decisiones. En silencio, alimentan su opinión con cada detalle que les das. ¿Por qué ocurre esto? Porque a veces el rechazo no nace del desinterés, sino de una forma torcida de involucrarse. No gustarles les da una razón para mantenerse pendientes. Su desaprobación se convierte en una forma de vigilancia. Y cuanto más brilles, más incómodos se sienten, porque tú éxito contradice su percepción. Pero no debes preocuparte. Que alguien te observe con malos ojos no te define. En todo caso, habla más de sus propias inseguridades que de tus fallas. Tú sigue avanzando. No te detengas a justificarte ni a corregir versiones ajenas. No estás aquí para convencer a todos, sino para vivir con autenticidad. Recuerda: el ruido que hacen a tus espaldas solo significa que vas delante. Y si tanto te miran, quizás no seas tan indiferente como dicen. Recuerda: el ruido que hacen a tus espaldas no es más que el eco de tu avance. Quien va delante siempre genera incomodidad en quienes se quedan atrás. Y si tanto te observan, si tanto te comentan, quizás no seas tan insignificante como quisieran hacerte creer. A veces, la atención constante del que critica no es más que una forma disimulada de admiración por ti.
cale agundis
no te pierdas estas noticias