TE HABLARON MAL DE MÍ...
No te preocupes, son los mismos que hablaron mal de ti. Te hablaron mal de mí, lo sé. No tienes que decirlo. Lo noto en tu mirada, en tu silencio, en esa distancia que no existía antes. Y no te culpo, es fácil dejarse llevar por palabras dichas con seguridad, con veneno disfrazado de preocupación. Pero antes de creer todo lo que te dijeron, detente un momento y recuerda: son los mismos que también hablaron mal de ti.
¿Lo olvidas? Cuando tú no estabas, sus bocas no se detenían. Te juzgaron, te criticaron, inventaron. Y ahora vienen con una nueva historia, solo que esta vez el protagonista soy yo. No lo hacen por ti, no lo hacen por mí. Lo hacen porque disfrutan sembrar dudas donde antes había confianza. Porque el conflicto los alimenta, y la armonía les resulta incómoda… ¡Ay ese ser humano! Tan vil. La peor plaga del universo !
Pero quiero que sepas algo: aunque existe gente con lengua viperina, yo estoy aquí para defenderte de quien prefiera los rumores antes que la verdad. Estoy aquí para recordarte que las personas que realmente importan no construyen su visión de los demás con palabras prestadas, con opiniones ajenas. Observan, sienten, recuerdan. Y si alguna vez lo nuestro valió algo, si alguna vez fuiste testigo de quién soy de verdad, o de quien eres tú, entonces merecemos más que un juicio ajeno, mal infundado por la envidia o el odio. No me preocupa que hablen, siempre hablarán. Hoy soy yo, mañana serás tú otra vez. Lo importante es saber quiénes somos cuando el ruido se apaga, cuando solo queda lo verdadero. Así que, si algún día dudas de mí, recuerda quién llevó el mensaje... y qué decían de ti cuando tú no estabas. ¿Qué complicado es verdad?
Cale Agundis ® 2025
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