Deterioro político Revés a la SEGE
La difusión del video en la que se expone a Sebastián Galindo, hijo del alcalde capitalino Enrique Galindo Ceballos, en una pelea fuera de un antro, tendrá implicaciones inciertas para la vida política del estado.
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Porque no es, como se quiso presentar, “solo” un caso de juniorismo o influyentismo (de lo que sí se pueden inferir elementos), sino de un vicioso uso de conflictos en los que no aparecen políticos, sino sus parientes.
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Que se engañe quien quiera: la difusión del video en un diario nacional, que luego sin ofrecer explicaciones bajó la nota, está inscrita en la lucha por el poder estatal en 2027.
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Y a nadie le conviene que la guerra sucia se convierta en un nuevo frente en la lucha política. En especial, si se cumple la insinuación del mandatario municipal de que si siguen los ataques “no sé qué vendrá”.
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Fue natural el disgusto con el que contestó ayer Galindo Ceballos a los cuestionamientos sobre el tema, y eran esperables los visos de defensa de su vástago. Pero es inocultable que los videos vistos ayer dejan dudas sobre si su pariente aprovecha o busca aprovechar su relación para fines particulares. Y esas dudas deben ser resueltas.
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El ayuntamiento capitalino está bajo mucha presión del palacio gobierno gallardista. El hecho ha sido evidente desde que iniciaron ambas administraciones. ¿Escaló la presión?
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Si a poco más de dos años de la próxima elección, este va a ser el rumbo que tome la disputa política, los potosinos se estarán alejando de una campaña que podría ser dura, sí, pero no de mala leche.
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Sin decir una palabra, la Secretaría de Educación del Gobierno del Estado (SEGE) clausuró el plantel del Instituto Potosino Marista por presuntas irregularidades, que tampoco fueron explicadas, pero que llevaron a suspender los procesos de inscripción ya abiertos.
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En iguales circunstancias de silencio, la institución educativa privada le asestó un revés a la dependencia estatal.
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El pasado jueves, informó a su comunidad estudiantil que desde el 5 de marzo, había ganado un amparo para revertir la suspensión de la SEGE, por la vía de un amparo.
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La medida de la SEGE fue calificada como una “omisión y mala actuación” y una vez anulada, la escuela privada está ya en posición e reiniciar su proceso de inscripción de alumnos.
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Si la Secretaría no explicó a fondo las razones de su operación, tampoco habría que esperar que revele cuáles fueron las causas por las que fue vencida.
