Visita atípica Mentira verde
La de ayer fue una gira presidencial atípica. Generalmente arropados por el público, los mandatarios federal y estatal participantes gozaban arropados por audiencias favorables, producto de una cuidadosa selección de los asistentes, realizada generalmente por el gobierno del estado.
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Sin embargo, ayer, el gallardismo en el gobierno jugó de visitante en terreno propio. Quizá por los recientes incidentes que generó la animadversión entre morenistas y militantes del PVEM en eventos de la gira proselitista de la entonces candidata presidencial, pero el contingente gallardista fue mínimo y no pudo contrarrestar incluso los abucheos que se lanzaron cuando fue presentado.
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Pero la presidenta tampoco se fue limpia. Reclamos de los maestros de la CNTE, que parecen tener elementos en todos lados, y ejidatarios de Corcovada, opositores al proyecto de presunta raigambre minera que se cierne sobre sus tierras, también hicieron sentir sus reclamos a Sheinbaum Pardo.
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Que haya tenido que pedir calma fue un indicio de que la gira no iba conforme a lo planeado.
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Por lo que toca al contenido, hubo anuncios para San Luis, aunque varios de ellos, ya conocidos. El lanzamiento del programa de visitas domiciliarias del sector salud suena interesante, pero si algo se ha convertido en talón de Aquiles de la 4T es, precisamente, el sistema de salud.
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Y en un pronunciamiento que podría revertírsele, anunció movilizaciones en Estados Unidos por el establecimiento de un impuesto de 3.5 por ciento a las remesas enviadas por los paisanos.
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Para un gobierno celoso de la soberanía del país, ese tema podría abrirle al gobierno de Trump una ventana para hacer lo propio en México.
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La Seduvop parece tener razón en una cosa en torno al proyecto de ampliación del bulevar Río Santiago hasta Palma de la Cruz, no ha derribado árboles este año… porque ya los tumbó en 2024.
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Con una frialdad extrema, la dependencia estatal decidió la suerte de más de 200 ejemplares, algunos de larga vida y altura, que llanamente le estorbaban para construir una obra vial.
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El beneficio colectivo fue el pretexto, aunque no hay que olvidar que uno de esos beneficiados es el propio gobernador Gallardo Cardona, propietario de una finca que destina a la sede para su equipo de charrería.
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Con el apoyo de la Segam y del gallardista ayuntamiento soledense, obtener el permiso para derribar los árboles fue cosa fácil.
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Y así, desde el año pasado, la Seduvop sacrificó decenas de árboles. Una prueba más de que el nombre del Partido Verde Ecologista de México es el más engañoso en la política nacional.
