Gran Maestro Internacional
Gilberto “Pibe” Hernández Guerrero, está considerado como el segundo mejor ajedrecista mexicano de todos los tiempos, actualmente semiretirado, ahora dedica gran parte de su actividad a impartir clases a ajedrecistas de varios países.

Sin duda alguna uno de los deportistas potosinos más relevantes que han figurado en el plano mundial, es Gilberto “Pibe” Hernández Guerrero, oriundo del municipio de Ébano, S.L.P.; donde nació el 4 de febrero de 1970, actualmente semiretirado del ajedrez, el que solo juega por mantener su gusto y pasión por el deporte ciencia, aunque ahora dedica gran parte de su actividad a impartir clases a ajedrecistas de varios países, principalmente de los Estados Unidos de América.
Aprovechando su visita a San Luis Potosí, donde se formó como ajedrecista en su etapa infantil y juvenil, para visitar a su padres y hermanos, Pulso, como desde hace años lo hizo, conversó con quien está considerado como el segundo mejor ajedrecista mexicano de todos los tiempos, que ostenta el grado de Gran Maestro Internacional desde hace muchos años, pues este logro lo consiguió cuando tenía 23 años de edad, hoy en día tiene 55.
La Federación Internacional de Ajedrez (FIDE) lo reconoce con el título de Gran Maestro Internacional, llegando a tener un Elo (marca) en Julio de 2008, de 2550 puntos, el segundo más alto en México de todos los tiempos; puntuación que mantuvo a lo largo de toda una década desde 1990 al 2000, que lo convierte en el segundo mejor ajedrecista de la historia del ajedrez mexicano, luego del yucateco, Carlos Torre Repetto, quien murió hace tiempo.
Desde la edad de los 4 años, guiado por su padre, el Ing. Gilberto Hernández, inició jugando ajedrez, y por su edad y gran talento, fue considerado un niño prodigio del deporte ciencia, que muy pronto llegaría a figurar como el mejor de México y uno de los mejores latinoamericanos.
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Dentro su ya larga estadía en el ajedrez, Gilberto, al que por ello le llamaban el Pibe de Oro, despuntó rápidamente, que lo llevó a jugar a su corta edad en campeonatos abiertos, siendo campeón nacional en cuatro ocasiones (cabe señalar que no jugaba en muchos nacionales por encontrarse participando en el extranjero).
Efectivamente, su talento y deseos de superación lo llevaron a viajar a España a los 23 años de edad, en donde permaneció 6 años, jugando gran cantidad de torneos en la mayor parte de Europa y 10 campeonatos en Cuba, donde a los 19 años conquista el título de Maestro Internacional -MI- y el de Gran Maestro Internacional cuando cumplía 25 años.
En 1999, se casó en México con la campeona Argentina y GM, Claudia Amura, con quien procreó cuatro hijos, uno de ellos nacido en México y los otros en España. Fue precisamente en ese año, cuando recién empezaba a radicar en San Luis, provincia de Argentina, Buenos Aires, la familia Hernández Amura sufrió un fuerte accidente, en el cual fallecieron los padres de su esposa, al ser embestido el auto en que viajaban por un camión en una carretera en aquel país sudamericano.
Gilberto expresa “que tras ese accidente nos mudamos a España, donde obtuve mi mejor desarrollo y nivel competitivo lo que me sirvió para que, aun cuando en muchas ocasiones no podía jugar el campeonato mexicano, durante 15 años consecutivos me mantuve en el número uno del ranking nacional, y es que en Europa constantemente estaba compitiendo, enfrentando a los mejores del mundo”.
Durante su estancia en el viejo continente, Gilberto se midió a los mejores del mundo, entre ellos al que fuera en su momento campeón mundial, el hindú Vishy Anand, a quien se enfrentó en cinco ocasiones. “El jugar contra este tipo de talentosos ajedrecistas, hizo elevar mi nivel, al haber jugado aproximadamente 50 torneos internacionales, en México, Argentina, España y gran parte de Europa”; afirma el ajedrecista potosino.
Hernández Guerrero, expresa que su mejor momento lo vivió en 1995, cuando estuvo cerca de entrar al círculo de élite de los 100 mejores ajedrecistas del mundo, pero reconoce al yucateco Carlos Torres Repetto, ya fallecido, como el mejor ajedrecista mexicano, quien hizo historia en el deporte ciencia de México.
El GMI potosino, durante su carrera ha enfrentado a los mejores del mundo como el soviético nacionalizado suizo, Vicktor Kornochoi, el hindú Vishy Anand, y al mismo Karpov, quien ha sido una leyenda en el ajedrez mundial, midiéndose con el ex soviético en el año 2003, y al búlgaro Tópalo, quien fue también número uno del mundo.
El alto nivel competitivo de los torneos en que participó en Europa, especialmente en España, lo llevó a convertirse en profesional del ajedrez, en donde obtuvo sustanciosas ganancias, sin embargo, ello y los valores y principios inculcados por sus padres desde niño, le permitieron mantener la ubicuidad y la sencillez: “nunca perdí el piso, ni nunca el ajedrez me aburguesó, gracias a los consejos que recibí de mis familiares desde pequeño”.
Su alto nivel internacional lo llevó a ser el primer tablero del equipo mexicano que participaba en las Olimpiadas Mundiales de Ajedrez por equipos, durante 13 eventos de este certamen, señalando con orgullo que el equipo nacional que capitaneó en 1990, logró la mejor ubicación en este tipo de eventos, obteniendo entre el octavo y el décimo lugar por equipos, venciendo a selecciones como España y Cuba.
Durante la charla con el representante de Pulso, Gilberto quien actualmente se encuentra semiretirado, dedicándose a impartir clases de ajedrez, habiéndole otorgado la FIDE la certificación de entrenador para poder aplicar su vasta experiencia y conocimientos en cualquier sitio del mundo, habiendo estado trabajando en la Universidad de la Punta, Argentina durante muchos años, formando jóvenes ajedrecistas que ya compiten a nivel internacional, “ y esto es sin duda también una gran satisfacción”.
Dice haber cumplido con todas sus metas, que una de ellas era alcanzar el título de Gran Maestro Internacional y lo consiguió. Señala que nunca se retirara, “seguiré ligado al ajedrez, ya sea como maestro entrenador, o simplemente seguir jugando por gusto, pasión, pero ya no sin presiones, y a muy alto nivel”.
Esta es una breve semblanza, de este que es uno de los deportistas no solo potosinos, sino mexicanos, que ha traspasado las fronteras del ámbito deportivo mundial, que dice, que bien pudo aprovechar la oportunidad de haber obtenido la nacionalidad mexicana o argentina, pero que de ninguna manera podría haber renunciado a la mexicana, y que ha triunfado ampliamente, mereciendo ser reconocido por las autoridades de la Ciudad y del estado.
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