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Grave crisis de agua en Damasco

El invierno más seco en Siria en casi 7 décadas es la principal causa

Por AP

Mayo 21, 2025 03:00 a.m.

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VALLE DEL BARADA, Siria.- En el interior de una montaña sobre la capital de Siria, Hassan Bashi caminaba por túneles que estaban llenos de agua de un manantial famoso por la pureza de sus aguas.

El manantial nace dentro de las ruinas de un templo romano en el valle del Barada y fluye hacia Damasco, a la que lleva miles de años suministrando agua potable. Normalmente, durante la temporada de inundaciones invernales, el agua llena todos los túneles y baña gran parte del templo.

Ahora, tras el invierno más seco en décadas, queda apenas un hilo de agua.

Bashi, quien trabaja como guardia pero también sabe cómo operar las máquinas de bombeo y filtración en ausencia del ingeniero a cargo, mostraba un video antiguo en su celular del nivel que solía alcanzar el agua en el interior de las ruinas.

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“Llevo 33 años trabajando en el manantial de Ein al-Fijeh y este es el primer año que está tan seco”.

El manantial y el río Barada que alimenta son la principal fuente de agua para cinco millones de personas y suministra a Damasco y sus suburbios el 70% de su agua.

Ante la peor escasez de agua en años, muchos en la ciudad dependen ahora de comprar agua a camiones cisterna privados que se llenan en pozos. Las autoridades advierten que la situación podría empeorar en verano e instan a los residentes a moderar el consumo al ducharse, limpiar o lavar platos.

“El manantial de Ein al-Fijeh está funcionando ahora en su nivel más bajo”, indicó Ahmad Darwish, jefe de la Autoridad de Suministro de Agua de la ciudad de Damasco, agregando que este año se ha registrado el peor volumen de lluvias desde 1956.

Los canales existentes desde la época de los romanos hace dos milenios fueron mejorados en 1920 y de nuevo en 1980, apuntó.

Darwish señaló que el agua del manantial proviene principalmente de la lluvia y de la nieve derretida de las montañas a lo largo de la frontera con Líbano, pero debido a las precipitaciones por debajo de la media de este año, “nos ha dado cantidades mucho menores de lo normal”.

Hay 1,1 millones de hogares que reciben agua del manantial, y para poder pasar el año, la gente tendrá que reducir su consumo, indicó.

El manantial también alimenta el río Barada que atraviesa la capital. Este año está seco.

En el área oriental de Damasco, en los Abasíes, sólo recibe agua durante unos 90 minutos al día, cuando otros años siempre había agua al abrir los grifos.