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Ataque en sinagoga y comunidad judía en Pensilvania

Ataque en sinagoga y comunidad judía en Pensilvania

Por AP

Abril 17, 2025 01:45 p.m.

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HARRISBURG, Pensilvania, EE.UU. (AP) — Hace un año, Carole Zawatsky fue invitada por el gobernador de Pensilvania, Josh Shapiro, a un Séder de Pésaj , celebrado en la misma sala de la residencia oficial del gobernador que fue devastada por un incendiario sólo horas después que Shapiro organizara el ritual judío este año.

Ahora, al mirar las fotos de la destrucción, Zawatsky puede imaginar dónde había estado sentada y cuán mortal podría haber sido el ataque.

Como muchos otros, Zawatsky espera con cautela noticias de los investigadores sobre lo motivos del atacante, que están nublados por indicios de comportamiento errático, así como por declaraciones de su pasado.

Aun así, el ataque impactó duramente a la comunidad judía en un estado donde tal incidente resulta dolorosamente familiar. Apuntó al gobernador judío religiosamente observante de Pensilvania en el mismo lugar donde apenas horas antes había organizado uno de los rituales centrales del calendario judío.

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Zawatsky dirige una organización en Pittsburgh formada para contrarrestar el antisemitismo y conmemorar a las víctimas de otro ataque en Pensilvania: los asesinatos de 11 fieles de tres congregaciones en la sinagoga Árbol de la Vida hace más de seis años, el ataque antisemita más mortífero en la historia de Estados Unidos.

"Ver esas imágenes es profundamente traumático", dijo Zawatsky, directora ejecutiva de Árbol de la Vida, el grupo establecido tras los asesinatos del 27 de octubre de 2018. "No es mucho pedir que todos vivamos en un país donde celebremos nuestra fe sin miedo".

Surge imagen más turbia sobre el motivo

El juicio por el tiroteo en la sinagoga reveló que el agresor, quien fue condenado y sentenciado a muerte, había estado sumido en el antisemitismo durante mucho tiempo y llevó a cabo el ataque metódicamente.

En el caso de Harrisburg, las cosas son menos claras. Los investigadores han revelado sólo fragmentos de lo que el sospechoso, Cody Balmer, de Harrisburg, les dijo. Sus familiares afirman el hombre de 38 años que ha luchado con enfermedades mentales, y sus abogados sugirieron el miércoles que eso será central en su defensa.

"No tenemos información definitiva sobre el motivo de esta persona", dijo Zawatsky. "Sabemos que ciertamente hubo odio involucrado".

La Policía Estatal de Pensilvania dijo que Balmer confesó el ataque, albergaba odio hacia el gobernador y dijo que planeaba golpear a Shapiro con un martillo.

"BALMER se identificó a sí mismo por su nombre y relató que el gobernador Josh SHAPIRO necesita saber que él '... no participará en sus planes para lo que quiere hacerle al pueblo palestino'", escribieron los policías como parte de las solicitudes de órdenes de registro. Exactamente quién y qué significaba eso no estaba claro en los documentos.

El líder demócrata del Senado, Chuck Schumer, de Nueva York, pidió el jueves al Departamento de Justicia que determine si el ataque califica como un delito de odio federal.

Audrey Glickman, sobreviviente del ataque de 2018 y miembro de la Congregación Árbol de la Vida, dijo que admiraba la compostura de Shapiro, apenas horas después del ataque, y su enfática denuncia del odio independientemente del motivo.

"Uno necesita tiempo para darse cuenta que ha sido atacado y qué hacer al respecto", dijo Glickman. Admiró "cómo se levantó de inmediato y habló con firmeza al respecto".

Shapiro acudió a la escena del ataque de Pittsburgh en 2018 como fiscal general de Pensilvania en ese momento. Como gobernador, participó en la inauguración de 2024 de un nuevo edificio para reemplazar la sinagoga, que incluirá un monumento, programación y otras exhibiciones destinadas a contrarrestar el antisemitismo.

Recordatorios de clima político sobrecalentado

Unas 200 personas participaron en una marcha solemne el miércoles por la noche en Harrisburg. Caminaron desde el estacionamiento de una sinagoga hasta la residencia del gobernador, donde realizaron una vigilia de oración multiconfesional al otro lado de la calle.

Varios manifestantes conectaron el ataque con el clima político sobrecalentado.

"Negarlo es como meter la cabeza en la arena", dijo el ministro presbiteriano retirado Don Potter, de 75 años, de Dillsburg, quien dijo que las imágenes del interior del edificio con daños por el fuego "me enfermaron".

Enid Wassner, una trabajadora de cuidado infantil retirada de Hershey, dijo que el hecho de que el ataque con bomba incendiaria ocurriera durante la Pascua y apuntara a Shapiro y su familia era "extremadamente preocupante". Señaló que las instituciones y edificios judíos en Harrisburg han tenido que aumentar la seguridad.

"Gradualmente las cosas se han vuelto más preocupantes, para mí personalmente y para toda la comunidad judía", sostuvo.

Surgen preguntas sobre estado mental del agresor

La policía afirmó en declaraciones juradas ante el tribunal que en una entrevista con detectives Balmer "admitió albergar odio hacia" Shapiro y se refirió al pueblo palestino en una llamada al 911 atribuida a él que se realizó poco después del allanamiento.

La madre y el hermano de Balmer han dicho que sufre de trastorno bipolar y no tomaba medicamentos de manera constante. Su hermano, Dan Balmer, dijo que en los últimos años Cody Balmer estuvo en un par de periodos tiempo en un hospital psiquiátrico en Harrisburg. Durante una audiencia judicial el lunes, Balmer negó tener antecedentes de enfermedad mental.

Dan Balmer dijo a la AP el martes que Cody Balmer "tenía estas teorías que estaban en su cabeza" y se enojaba cuando los miembros de la familia le decían que sus puntos de vista no reflejaban la realidad.

"Las acusaciones, si son ciertas, demuestran las consecuencias devastadoras de una enfermedad mental grave", indicó Mary Klatt, la defensora pública principal en el condado Dauphin, cuya oficina representa a Balmer, el miércoles. Añadió que su audiencia preliminar se retrasará para determinar si Balmer es mentalmente competente para ser juzgado.

Identidad de Shapiro adquiere relevancia tras agresión

Shapiro se negó a hablar sobre el motivo del agresor el miércoles, diciendo que los fiscales finalmente determinarán qué lo impulsó.

"No me corresponde a mí responder eso", dijo.

El gobernador ha criticado públicamente al gobierno del primer ministro israelí Benjamin Netanyahu y la naturaleza de la medida militar de Israel en Gaza, pero también ha respaldado el derecho de Israel a defenderse de Hamás.

Hank Butler, director ejecutivo de la Coalición Judía de Pensilvania, dijo que el enfoque de Shapiro ha sido Pensilvania y no el pueblo palestino.

"Decir que nuestro gobernador desea lo peor para el pueblo palestino no es bienvenido aquí", dijo Butler. "No está justificado, absolutamente no está justificado, ningún ataque está justificado".

Shapiro ha ganado elecciones estatales tres veces en un estado crucial en la contienda. Fue finalista para ser compañero de fórmula de la vicepresidenta Kamala Harris en la campaña presidencial del año pasado y se le considera un posible candidato demócrata para presidente en 2028.

El ataque una vez más pone su identidad en el centro. Cuando Harris eligió al gobernador de Minnesota, Tim Walz, sobre Shapiro, los republicanos intentaron presentar la decisión como un desaire a los votantes judíos.

El rabino Rick Jacobs, presidente de la Unión para el Judaísmo Reformista, un grupo paraguas para más de 800 congregaciones reformistas en América del Norte, vinculó la agresión con la identidad de Shapiro.

"También es alguien que es un fuerte defensor de Israel", dijo Jacobs sobre Shapiro. "¿Son esas cosas que ponen en riesgo tu vida en el siglo XXI?"

Zawatsky, la directora ejecutiva de Árbol de la Vida, señaló que en el ritual del Pésaj, se instruye a los judíos no sólo a recitar la historia de la liberación de sus antepasados antiguos de la esclavitud, sino a imaginarse a sí mismos como si la hubieran experimentado, algo que se siente especialmente conmovedor ahora.

Ya sea que las autoridades finalmente lleguen a una conclusión definitiva sobre lo que motivó el ataque del fin de semana pasado, ella y otros ya saben cómo se siente vivir con miedo.

"Es muy triste pensar que transmitimos el trauma heredado del miedo al antisemitismo, pero nunca pensé que seríamos una generación que tendría la experiencia de este tipo de antisemitismo violento", dijo.