Impacto de los aranceles contenidos en el Paquete Económico 2026 al sector empresarial mexicano
El paquete económico 2026 propuesto por la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, prevé la aplicación de impuestos de importación (aranceles) para más de 1,400 fracciones arancelarias en 19 industrias, con un valor de 52,000 millones de dólares en importaciones, equivalente al 8.6% del total nacional. En algunos productos específicos, como automóviles ligeros y autopartes importadas desde China y otros países asiáticos, los aranceles podrían alcanzar hasta un 50%. Los sectores con mayor afectación son el automotriz, textil, calzado, juguetes, plásticos, acero, ropa, vidrio y papel. Para el sector textil, los aranceles se incrementarían de un 10%-35% a un rango de 35%-50%. Para los juguetes que hoy registran un arancel entre 0%-15%, el gravamen alcanzaría hasta un 35%.
El paquete económico tiene como objetivo proteger la industria nacional, sustituir importaciones asiáticas, fortalecer la balanza comercial, proteger alrededor de 325 mil empleos y aumentar la recaudación tributaria. Estos aranceles van dirigidos a países que no han firmado tratados de libre comercio con México, como son: China, Japón, la India, Vietnam, Rusia, Malasia, Turquía, entre otros países asiáticos. El paquete económico deberá ser aprobado por las Cámaras de Diputados y Senadores a través de la Ley de Ingresos, a más tardar 20 de octubre; y a más tardar el 15 de noviembre el Presupuesto de Egresos, por parte de la Cámara de Diputados.
¿Qué riesgos podría enfrentar el sector empresarial ante estos aranceles? Ante un escenario de proteccionismo al comercio internacional impulsada desde EE.UU. y ahora en México, expertos advierten que estas medidas podrían encarecer el consumo popular, encarecer la competitividad de las cadenas productivas que dependen de insumos asiáticos, efectos inflacionarios al incrementar los productos importados, provocar un doble impacto arancelario, primero en México y luego en EE.UU., y una posible fuga de inversiones. Además, el riesgo de enfrentar represalias por parte de China, quien es el segundo socio en importaciones de México, y cuyo mercado captura el 20.4% de las mismas con un valor de 129,457 millones de dólares. China modificó su Ley de Comercio Exterior, y tendría oportunidad de responder con aranceles espejo, que aunque las exportaciones de México a China no son representativas, las represalias se centrarían más en proyectos de inversión o financiamiento.
Si bien, los aranceles incrementarán en un 40.7% los ingresos por aranceles en México, también es un hecho que los aranceles no generan capacidad productiva por sí solos, sino que el sector empresarial podría enfrentar dificultades para cubrir de inmediato su demanda local. De allí la importancia de implementar políticas públicas y estrategias encaminadas a incentivar una mayor transferencia tecnológica, modernización industrial y formación especializada de talento que ayude a transitar a un modelo de proveeduría nacional en el corto plazo.
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Para impulsar un modelo de proveeduría nacional es importante identificar sectores estratégicos y realizar un mapeo de las cadenas de suministro regionales y locales. Un aspecto relevante es el diseño e implementación de incentivos y políticas públicas que fomenten el consumo de proveeduría local, incentivos fiscales a empresas que integren proveedores mexicanos a su cadena de suministro y la disponibilidad de fuentes de financiamiento accesibles. La apuesta hacia el desarrollo de capacidades empresariales para la transferencia de la tecnología entre grandes empresas y MiPymes nacionales, capacitación especializada en normas y certificaciones de calidad internacionales, centros de innovación y laboratorios para MiPymes y la promoción del nearshoring interno. En el ámbito de la integración regional, es relevante el fortalecimiento de los clústeres industriales, la creación de parques industriales de proveeduría local y la consolidación de los vínculos universidad-empresa-gobierno aplicado a las necesidades de la proveeduría. Finalmente, la digitalización, la automatización de los procesos y las cadenas de valor inteligentes son herramientas para impulsar la industria 4.0 en MiPymes mexicanas. Un modelo de proveeduría nacional ayudaría a generar más empleos, a consolidar las cadenas de suministro y a disminuir la dependencia en las importaciones.
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