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INCERTIDUMBRE

Por Juan José Rodríguez

Septiembre 04, 2025 03:00 a.m.

A

Algunas veces las circunstancias permiten saber cuándo y cómo se inicia un conflicto. Lo que casi nunca se sabe es cuándo y cómo terminará, ni que estragos dejará a su paso. Si en el corto plazo, digamos un par de meses, el Gobierno del Estado no resuelve las justas y legales demandas financieras de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, los potosinos conoceremos al detalle y desde primera fila el estallido del conflicto, pero todo lo que venga después estará envuelto en la incertidumbre. El derrotero será determinado por muchas variables, entre las cuales pueden aparecer manos ajenas e intereses bastardos.

Tengo la impresión de que esta cuerda se ha tensado, entre otras razones, porque el gobernador Ricardo Gallardo Cardona no tiene idea del tamaño y fuerza del oso adormilado al que está pateando y jalándole las orejas en plan suicida.

Aunque si solo eso fuera, sería de todas formas un adversario formidable, la comunidad universitaria potosina no se compone únicamente por sus actuales 40 mil alumnos, maestros y empleados. Lo que pudiera considerarse su mayor reserva estratégica son sus egresados. No están censados ni muy organizados, pero ahí están. Son decenas de miles de profesionistas repartidos por todo el estado. Médicos, ingenieros, abogados, contadores, economistas, psicólogos, físicos, químicos y sígale usted.

Puede ser que un buen número de ellos no se sientan atraídos a formar parte de manifestaciones o marchas, pero sí pueden firmar proclamas o suscribir las demandas. Para llenar las calles hay de sobra.

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Existe además un dato que conduce a concluir que en realidad las reservas humanas de nuestra máxima casa de estudios son potencialmente mucho mayores: la inmensa mayoría de las familias potosinas tienen o han tenido entre sus miembros a algún universitario. "Es difícil encontrar una de nuestras familias que no esté tocada por la Universidad", nos decía hace poco un conocedor del tema.

Las cifras de la discordia, actualizadas al 31 de julio, indican que la administración gallardista le adeuda a la UASLP exactamente 724 millones 822 mil 889 pesos. De ellos, 525 millones 203 mil 659 pesos corresponden a los adeudos de 2022, 2023 y 2024. Si el gobierno decide desconocerlos y en definitiva no pagar estos últimos, puede encontrar la manera legal de eludir el pago. Sucede que en el convenio que anualmente suscriben la Secretaría de Educación federal, las autoridades estatales y la UASLP, el pago de la suma correspondiente al gobierno potosino quedaba condicionado a que hubiera "disponibilidad presupuestal".

Aún si la administración gallardista decidiera utilizar esa puerta falsa para eludir sus obligaciones de los tres años anteriores, en lo correspondiente a 2025 no tiene escapatoria posible, ya que esa condicionante de tener suficiencia presupuestal desapareció del documento de este año.

Así las cosas, de lo ineludiblemente comprometido para este año, el gobierno de Gallardo Cardona debe 200 millones de pesos en números cerrados, que aumentarán mes con mes. Ese es el mínimo a pagar, sin cuya entrega es seguro que la UASLP entre en paro generalizado hacia noviembre, ya que además de no tener con qué pagar sueldos y pensiones al personal docente y administrativo, no habría con qué pagar consumo de electricidad, combustibles, materiales de laboratorio, licencias de software, servicios de limpieza, seguridad y mantenimiento, etcétera, etcétera.

Más de 33 mil alumnos universitarios distribuidos en todo el estado enfrentarían el riesgo de perder su año escolar, con todo lo que eso implica.

Sería, sin duda, el despertar del oso dormilón al que han estado molestando nomás por joder, y la huida espantados de los ociosos irresponsables que le fueron a dar de patadas. Sospecho que lo encontraron en los sueños profundos de la hibernación y pensaron que estaba muerto.


LA GRAN PREGUNTA

¿Por qué nos hemos acercado tanto al abismo? No consigo una respuesta clara, contundente. Hay en cambio conjeturas, deducciones, especulaciones. Reproduzco únicamente aquellas que me parecen más factibles.

No uno sino varios universitarios me han hecho notar que los impagos estatales a nuestra máxima casa de estudios comienzan en las mismas fechas que el gobierno de Ricardo Gallardo Cardona se embarca en la construcción de la Arena Potosí, cuyo costo extraoficialmente difundido (680 millones de pesos) es muy similar al adeudo total en disputa. Hace sentido.

Hay quienes piensan que la irritación de RGC con la Universidad deriva de un terrible malentendido, hijo a su vez de la peligrosa mezcla de ignorancia y prepotencia: que el rector no le consultó la designación de Federico Garza Herreracomo secretario general de la UASLP, a la salida por enfermedad de Marco Antonio Aranda. Esta es una explicación muy extendida del desafecto que desde el inicio de su gestión Gallardo Cardona mostró hacía el alma mater.

A mí nunca me ha convencido del todo, ya que en sus años de procurador/fiscal, acatando indicaciones del gobernador Juan Manuel Carreras, Garza Herrera guardó en un cajón las diferentes carpetas de investigación abiertas contra miembros del Clan, incluso las muy documentadas que presentó Xavier Nava Palacios contra Ricardo Gallardo Juárez.

"No tienes la visión completa", me dijo un enterado del tema. Y agregó: "Efectivamente, Federico congeló las acusaciones, pero no las destruyó".

En un sentido algo más difuso, pero no del todo disparatado, hay quienes están convencidos de que a Gallardo lo encabritó desde muy pronto que el rector Zermeño Guerra no fuera a expresarle su agradecimiento personal y zalamero cada que Finanzas depositaba algún pago. "El error imperdonable de Zermeño es no haber ido de vez en cuando a bolearle los zapatos", me dicen.

En acontecimientos más recientes, no me desentiendo de la súbita entrevista que sostuvieron el martes el rector Zermeño y el secretario Lupe, pero les puedo informar que no sirvió de mucho. La convocó el funcionario gubernamental, pero todo indica que fue únicamente para tomarse la foto; para guardar las apariencias. Lupe no tenía ningún documento relacionado con los adeudos financieros y es evidente que tampoco tenía interés en enterarse, pues de lo contrario hubiera invitado a la reunión a la secretaria de Finanzas.

A lo mejor ante la ausencia de su jefe, quiso darse un toque de buena onda que abone a sus vanas aspiraciones políticas.

Tampoco se puede suprimir del contexto la entrevista que hace justo un mes tuvieron en el Palacio de Cobián la secretaria de Gobernación Rosa Icela Rodríguez y Zermeño, de la que no se tuvo ningún interés de guardar en reserva, pues las fotos del encuentro se difundieron rápidamente. Luego, el propio Rector fue invitado a una reunión con diputados federales, para que hablara a nombre de las universidades públicas de esta región del país, enfocado sobre todo en sus penurias económicas.

Un paso más discreto, pero no menos significativo, es que Zermeño Guerra ya llevó al seno del Consejo Directivo Universitario la problemática económica que podría hacer crisis en noviembre. El rector sabe que si no abandera y encausa el diferendo, corre el riesgo de ser rebasado.

Salvo los administrativos y su staff, en la UASLP los de ningún otro sector -estudiantes, directores, catedráticos- se sienten empleados del oftalmólogo.

Ahora que regrese de su viaje por quién sabe dónde, el gobernador Gallardo Cardona va a tener que tomar decisiones cruciales. O paga lo que debe, argumentando las razones que quiera para salvar la cara, o enfrenta el riesgo de una crisis que podría imponerle consecuencias terribles.

Él sabe que si los estudiantes universitarios distribuidos por todo el estado se lo proponen, pueden paralizar por minutos, horas o días, todo el centro del país, con bloqueos estratégicos en las carreteras que confluyen en esta capital.

Lo primero que podría hacer es procurarle tratamiento psiquiátrico a Lecourtois, que trae un serio trastorno de personalidad: hay días que se siente el Chapulín Colorado y otros que cree que es un mastín napolitano. Tenía buena fama, que ya se acabó y está comenzando a quedar a deber.


COMPRIMIDOS

  • Varios registraron que en su informe del lunes, la presidenta Sheinbaum se refirió tres veces a San Luis Potosí: por lo de la carretera Tamazunchale-Huejutla, por la Universidad Rosario Castellanos y por el proyecto de la presa Las Escobas. A mí me llamó mucho más la atención la omisión en el rubro de los trenes de pasajeros.

  • Déjenme hacer un pronóstico, consciente como dice Catón de que siempre son difíciles, sobre todo si se refieren al futuro. Si Sara Rocha insiste en expulsar a Enrique Galindo del PRI, reponiendo el procedimiento que la vez anterior hicieron con las patas, va a volver a perder en tribunales.

  • Luego de escucharse hace algunos meses y esfumarse, ha vuelto a circular la versión de que Ricardo Gallardo Cardona planea solicitar licencia a fines del 2026 para poder ser candidato a diputado federal y así conservar el fuero tres años más.

  • Y ya que andamos en el chisme, les cuento que en radio pasillo de Palacio y del Congreso se habla de un fantasmagórico proyecto de reformas a nuestra Constitución local, para que a chaleco la próxima gubernatura quede en manos de una mujer.


Hasta el próximo jueves.