El gran esfuerzo provocó varios desvanecimientos

De dos a tres desmayos por hora, atendieron socorristas de la Cruz Roja Mexicana Delegación San Luis en el atrio de la Basílica Menor de Guadalupe. Lo más común fue encontrar desmayos en personas que llegaron de rodillas.

Personal de la Cruz Roja llevó materiales de curación, mientras algunos de los voluntarios tomaban de los brazos a los feligreses que acudían de rodillas, para evitar que se desvanecieran.

Sin embargo, otros permanecieron en diferentes puntos de la calzada para asistir a los creyentes, y proporcionarles ayuda en caso de que presentaran algunas lesiones.

Algunos cargando aguas para repartir entre quienes van de rodillas, otros con imágenes de la Virgen de Guadalupe cargando en brazos, y otros acompañando con cobijas a sus familiares para permitirles avanzar. 

A los alrededores aparecieron voluntarios en diferentes puntos, con botellas de agua para entregar a los creyentes.

Trabajadores de empresas privadas de paramédicos también hicieron lo propio, y colocaron algunos puestos de auxilio, para trabajar con los creyentes que sufrieran algunas lesiones.