GOBIERNO CHAFA
El fiasco de la presa Las Escobas es hijo de la ineptitud, de la incompetencia, de la irresponsabilidad, de la frivolidad, del servilismo abyecto y de mentiras casi infantiles. A propósito de estas últimas, debe ser dicho que no existe ningún documento oficial, federal o estatal, privado o académico donde aparezca el dato de que esa obra pudiera llegar a captar seis millones de metros cúbicos, como reiteradamente lo sostuvo el gobernador Ricardo Gallardo Cardona. Y ya ni hablemos de los 8 millones que mencionó un par de veces.
¡Sigue nuestro canal de WhatsApp para más noticias! Únete aquí
Recién iniciada la administración de la presidenta Claudia Sheinbaum en octubre pasado, el equipo de la Comisión Nacional del Agua metió el acelerador para armar el Plan Nacional Hídrico (PNH), que sería presentado públicamente dos meses después en Palacio Nacional. En esos menesteres se hizo contacto con los gobernadores para ver qué propuestas podían hacer, que sirvieran de base para un listado de Proyectos Prioritarios, que terminó siendo un listado de 18.
Gallardo propuso la obra de Las Escobas, sobre la base de que almacenaría mínimo 6 millones de metros cúbicos (lo de 8 millones fue para consumo mediático local), que con un acueducto y una nueva planta de tratamiento podría inyectar hasta 200 litros por segundo a la red de abastecimiento de la zona metropolitana. Volumen suficiente para cubrir las necesidades de unas 70 mil personas. Más adelante, la propia Conagua llegó a la conclusión de que cuando mucho se podrían extraer 50 litros por segundo.
Los cálculos financieros estimaron en 600 millones de pesos la inversión requerida, que sería cien por ciento federal, como sucede con todos los proyectos incluidos en las prioridades del PNH. Sorpresivamente, en una de las primeras reuniones con los funcionarios de Conagua, Gallardo Cardona dijo que su gobierno se haría cargo de la mitad, o sea de 300 millones. En la dependencia federal han de haber dicho que a quién le dan pan que llore, y aceptaron gustosos.
Desde diciembre quedó claro que además de su aportación no solicitada, a la administración gallardista le correspondían varios puntos del proyecto final: obtener los permisos necesarios en materia ambiental, realizar los estudios de ingeniería básica, precisar el lugar donde iría la cortina y, principalmente, liberar las tierras necesarias para el vaso, ya fuera comprándolas, expropiándolas u obteniéndolas en donación.
Quizá la parte más compleja sería llegar a un buen acuerdo con los dos núcleos agrarios de Escalerillas (uno ejidal y otro comunal) que tienen derecho sobre las aproximadamente 50 hectáreas que se requerían. Salvo una reunión de tanteo muy a principios del año convocada por el entonces titular de la Comisión Estatal del Agua, Gabino Manzo, nunca jamás ningún funcionario estatal, ni de la CEA ni de la general de Gobierno ni de ninguna otra volvió a reunirse con los dirigentes agrarios, por lo que ni siquiera se llegó a hablar de superficie exacta, avalúos o cosa parecida. ¿Razones? Hay una teoría creíble: Gabino ya sabía que el máximo de captación de la nueva presea sería de 2.6 millones de metros cúbicos -menos de la mitad de lo que llevaba meses proclamando su jefe- pero abyectamente no quiso desmentirlo ni fue capaz siquiera de en privado sacarlo de su error. (“Se encabrona mucho cuando alguien le lleva la contraria”, explica un antiguo funcionario gallardista). Terrible error del servil y cobarde funcionario: a él le costó la chamba y a su jefe lo expuso al ridículo.
En la Conagua optaron por la institucionalidad, dieron plazos y los ampliaron, pero nada sirvió. El proyecto de Las Escobas feneció silenciosamente empezando abril. Enterado Gallardo, incapaz de aceptar la realidad, pataleó y pidió otra ampliación. Se lo concedieron, hasta el último día de mayo. Ningún avance, y por eso el 28 de mayo corrió bruscamente a Gabino Manzo e instaló a Pascual Martínez como cuarto director de la CEA en menos de cuatro años.
Ahora queda claro por qué el 6 de mayo, durante la reunión del director general de Conagua, Efraín Morales, y el gobernador Gallardo con todos los alcaldes potosinos, nadie, absolutamente nadie mencionó Las Escobas. Peor aún, tres semanas después, el 27 de mayo, la presidenta Sheinbaum encabezó en Villa Hidalgo un evento para exponer los proyectos prioritarios de la federación en San Luis y de la presa no se dijo ni media palabra. Lo mismo ocurrió tan recientemente como el día 5 de este mes que regresó la Presidenta y nadie mencionó Las Escobas ni por equivocación.
Ya resignado y viendo la manera de salvar algo del naufragio, luego de la última visita presidencial Gallardo Cardona comenzó a decir que había mejores opciones para incrementar el abastecimiento de agua a la zona conurbada, y habló de “una batería de pozos” en Villa Hidalgo.
Nuevamente estamos ante un caso de apresuramiento desinformado e inverosímil de RGC. Ya un académico experto y especialista en la materia salió a puntualizar que no existe ningún estudio reciente que sustente lo dicho por el gobernador. Por su lado, los habitantes de Villa Hidalgo, todavía eufóricos por su triunfo sobre el proyecto de Corcovada, ya mandaron decir que si saben contar, no cuenten con su agua.
Dentro de esta comedia bufa, quizá lo más grotesco es que un funcionario servil y agachón, por miedo a una gritoneada se calló la verdad y dejó que su jefe, el gobernador, se fuera de bruces y anduviera esparciendo mentiras. Se puede entender, pero ¿y el todólogo Lupe? ¿Y el últimamente supermán del servicio público Juan Manuel Navarro? ¿Y doña Seduvop? ¿Y el secretario técnico del gabinete?
¿Deveras Gallardo Cardona se pondrá como Hulk cada que le llevan la contraria o le puntualizan una información incorrecta?
Mención aparte merece la esgrima practicada en este asunto por la Conagua. Dio por muerto y sepultado el proyecto desde abril pero aceptó esperar un mes más, que en realidad fueron dos, a ver si el gobierno del estado cumplía su parte. Ya convencidos todos los involucrados de que de Las Escobas no quedaba ni el palo, todo el ancho y largo escenario quedó para la administración gallardista, de manera que ésta no tuvo escapatoria y mandó al recién llegado Pascual Martínez a proclamar la derrota. Dicho coloquialmente, dejaron a los locales ponerse solitos la soga al cuello.
La cereza del pastel: los ejidatarios y comuneros de Escalerillas cuyas tierras se necesitarían para la presa, se habían hecho a la idea de no ponerse difíciles, de aceptar el precio que indicara un avalúo independiente y confiable, con una sola condición: que les permitieran explotar turísticamente la nueva presa. Esto es, que pudieran poner un par de muelles para rentar lanchas y equipos de pesca; vender alimentos y bebidas no alcohólicas, alquilas palapas y cosas por el estilo. No tuvieron con quien platicarlo.
Comprimidos
*En estos días aciagos lo peor que le pasa a la presidenta Claudia Sheinbaum no es que sus adversarios la combatan o que sus malquerientes la critiquen. Sí lo es que sus compañeros de partido y sus aliados políticos la ignoren, la desoigan, hagan como que no existe. Tengo para mí que los daños políticos que le pueden causar el PAN, el PRI o el MC, igual que Claudio X. González, Xóchitl Gálvez, la Marea Rosa o la comentocracia, son mínimos comparados con los que le están causando Adán Augusto, Andy, Monreal, Haces, Mario Delgado, Noroña, los Yunes y, sobre todo, el ojaldra de la mano besada, Manuel el Güero Velasco.
*Esa sí es violencia política en razón de género: la invisibilizan, la disminuyen, responden a estereotipos como el de que las mujeres no mandan, y cosas por el estilo. Pero la verdad es que la solución no parece muy complicada. Habiendo tomado posesión el primero de diciembre del 2018, escasos seis o siete meses después López Obrador ya tenía en la cárcel al abogado Juan Collado y había recibido el mensaje de Carlos Romero Deschamps de “dígame a quién y cuándo entrego el sindicato”. Por las mismas fechas Peña Nieto fue atentamente invitado a salir del país y mantenerse discreto; poco después, Eduardo Medina Mora se vio implacablemente forzado a abandonar su ministerio en la Suprema Corte de Justicia de la Nación y se obtuvo orden de aprehensión contra Emilio Lozoya (que se ejecutaría meses después en España). Todo mundo entendió de qué se trataba. Comenzando con los propios. No como ahora.
*Me dice gente que sabe de lo que habla, que en realidad esa ira de proporciones bíblicas es más por temor que por resentimiento. Los señores Gallardo saben que Barajas Ábrego es bueno armando estructuras electorales, y que sus terrenos mejor conocidos son justamente San Luis y Soledad. El intento de aniquilamiento emprendido por el Clan con el Chino de punta de lanza es porque temen, no sin razón, en que les abran un boquete en su bastión.
*En el barrio dirían que el Chino Alfaro es más cabrón que bonito. Adicto a las sombras y alérgico a los reflectores tiene fama de ser el verdadero cerebro detrás del amplio y diversificado aparato propagandístico del gallardismo. El que haya aceptado salir a descalificar ferozmente a Ernesto Jesús Barajas Ábrego por su brinco del Verde a Morena, revela el tamaño de la furia provocada al clan Gallardo por esa deserción. Ninguna, y mire usted que ya van varias, había causado tantos rayos jupiterinos contra el que se fue.
*En otros tiempos, cuando la política conservaba un mínimo de lógica y se cuidaban las formas, la tremenda burrada del Tecmol presumiendo la indebida e ilegal posesión de 10 mil despensas gubernamentales y con destino electorero, ya hubiera significado la ruptura de cualquier acuerdo político con el susodicho y el inicio por lo menos de una investigación administrativa para buscar a los tontos operadores del desaguisado.
*Escribo cuando está pendiente que más tarde la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación resuelva sobre si el incumplimiento de los 8 puntos promedio de calificación es suficiente para declarar inelegible a alguno de los juzgadores ya electos. Solo para el registro: en lo local, José Luis Ruíz Contreras es impugnado por tres razones diferentes: se separó tarde del cargo de Fiscal General del Estado, se benefició indebidamente del paso automático porque siendo juez aspira a magistrado, y lo de las calificaciones. Angel de Santiago Hernández, subsecretario jurídico del gobierno, tiene dos impugnaciones: es juez y quiere ser magistrado sin haber formado expediente y tampoco reúne el 8 de calificación.
Hasta el próximo jueves.