In-D: Black Sabbath cierra el ciclo

La banda británica de heavy metal, Black Sabbath, anunció el cierre de su carrera. Después de cinco décadas y media de trayectoria los padres del metal han decidido cerrar el círculo que comenzó en su natal Birmingham en la década de los 70´s. Los cuatro integrantes originales de la agrupación superan ya los setenta años de edad y mucho se ha comentado acerca de si la realización de este último concierto pudiera representar algún riesgo para la salud de los músicos.
Ozzy Osbourne es el elemento de Black Sabbath cuya salud se encuentra mucho más mermada. Los últimos años han sido de lucha ardua contra algunos padecimientos, entre ellos el Parkinson. El anuncio de este último concierto levantó opiniones de todo tipo. Desde los fanáticos que festejaron la oportunidad de ver en vivo a Black Sabbath por última vez, hasta los que cuestionaron la realización del concierto por el riesgo que implica para la mermada salud de Ozzy Osbourne.
Otros tantos señalaron a los integrantes de la mítica banda por usar este evento para llenar sus bolsillos de billetes, incluso a costa de su propia salud. Es una realidad que el concierto final de Black Sabbath será una máquina de hacer dinero. El pasado 14 de febrero los boletos salieron a la venta y están prácticamente agotados. Existen rumores de que el show será transmitido en la modalidad de pago por evento por medio de alguna plataforma digital, lo cual representará un ingreso extra.
Pero más allá del montón de dinero que va a generar este concierto me parece que existe un deseo genuino, por parte de los cuatro integrantes, de subirse al escenario una última vez. Hablar de Black Sabbath es hablar de cuatro hombres que entregaron su vida entera a las giras, a los conciertos en vivo, a esa retroalimentación energética por medio de los públicos masivos en los festivales. Imaginar a Ozzy Osbourne terminando sus días en su casa se antoja como un final muy desabrido.
Creo que principalmente Ozzy necesita cerrar este ciclo antes de concentrarse en cuidar su salud en casa. Se percibe en él un deseo de estar arriba de la tarima una última vez. Algunos llegaron a señalar a su esposa y manager, Sharon Osbourne, de obligar a Ozzy a realizar esta última presentación. Pero es evidente que el cantante desea profundamente subirse al escenario para despedirse de una larga trayectoria.
Tan grande es el deseo de Ozzy que no solamente subirá al escenario con Black Sabbath, sino que además hará una presentación en ese mismo concierto con su proyecto solista. Es digno de admirar que a su edad aún conserve la pasión por la música y se encuentre reuniendo la energía necesaria para realizar un concierto doble.
Además de las presentaciones de Black Sabbath y el proyecto solista de Osbourne, el concierto contará con una larga lista de agrupaciones icónicas del metal. Entre ellos Metallica, Pantera, Lamb of God, Gojira y Slayer.
Va a ser muy complicado llenar el vacío que dejará Osbourne y Black Sabbath. Va a ser difícil que seamos testigos nuevamente de un fenómeno musical de tal magnitud dentro de este género. Pero, sobre todo, me queda claro que Ozzy no está siendo presionado por nadie para ofrecer este último concierto. Osbourne está completamente enquistado en los escenarios y, si por él fuera, pasaría una eternidad montado en la tarima. Por ahora seguramente Ozzy pasa los días en casa reuniendo fuerzas para el show a ofrecer en julio y pensando "Yo no me voy, me llevan".