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India suspende tratado de agua con Pakistán tras ataque en Cachemira

Turismo en Cachemira y la violencia en la región

Por AP

Abril 23, 2025 12:07 p.m.

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SRINAGAR, India (AP) — Las autoridades de la India suspendieron el miércoles un tratado de reparto de agua con su rival Pakistán, indicando que culpaban a su vecino por el ataque del día anterior, en el que hombres armados mataron a 26 personas en la parte de Cachemira controlada por India.

El secretario de Relaciones Exteriores de la India, Vikram Misri, anunció la medida en una conferencia de prensa en Nueva Delhi después de que el primer ministro Narendra Modi celebrara una reunión especial del gabinete de seguridad el miércoles por la noche. Misri dijo que India estaba suspendiendo el Tratado de Aguas del Indo "hasta que Pakistán renuncie de manera creíble e irrevocable a su apoyo al terrorismo transfronterizo".

Por lo menos 26 personas murieron y otras 17 resultaron heridas cuando hombres armados comenzaron a disparar contra un grupo de turistas en Cachemira controlada por la India el martes, el peor ataque en años dirigido a civiles en la región inestable, que es reclamada tanto por India como por Pakistán.

India describe la militancia en Cachemira como terrorismo respaldado por Pakistán. Islamabad niega la acusación, y muchos cachemires consideran a los militantes como parte de una lucha por la libertad autóctona.

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Las fuerzas indias lanzaron el miércoles un operativo para buscar a los responsables. Decenas de miles de policías y soldados se desplegaron por toda la región y levantaron puestos de control adicionales. Registraron vehículos, utilizaron helicópteros para buscar en las montañas boscosas, y en algunas áreas convocaron a antiguos insurgentes a las comisarías para ser interrogados, según los reportes. Muchas tiendas y negocios en Cachemira cerraron en protesta por los asesinatos.

La policía calificó el incidente como un "ataque terrorista" y culpó a los milicianos que luchan contra el dominio indio. El ministro de Defensa, Rajnath Singh, prometió "no sólo rastrear a quienes perpetraron el ataque, sino también a quienes conspiraron para cometer este acto nefasto en nuestro suelo".

"Kashmir Resistance", un grupo insurgente desconocido hasta ahora, se atribuyó la responsabilidad del ataque en dos mensajes en redes sociales. Según el grupo, las autoridades han reasentado a más de 85.000 "forasteros" en la región y aseguró que las personas atacadas el martes no eran "turistas ordinarios" sino que "estaban vinculados y afiliados a agencias de seguridad indias".

Los mensajes del grupo no pudieron ser verificados de manera independiente.

A principios de mes, el gobierno local informó a la Asamblea Legislativa que, en los últimos dos años, se concedió derecho de residencia en Cachemira a 83.742 indios no locales.

Los fallecidos eran principalmente turistas

Según las autoridades, 24 de los fallecidos eran turistas indios, uno era de Nepal y el otro era un guía turístico local. Al menos 17 personas más resultaron heridas.

Por otra parte, varios soldados mataron a dos presuntos insurgentes en un tiroteo después de que intentaran cruzar al lado indio desde la parte de Cachemira controlada por Pakistán, en el distrito noroccidental de Baramulla, a lo largo de la fuertemente militarizada Línea de Control que divide la región, según explicó el ejército indio el miércoles en un comunicado. No hubo confirmación independiente del incidente.

Pakistán ha transmitido sus condolencias a las familias de las víctimas.

"Nos preocupa la pérdida de vidas de turistas", señaló el Ministerio de Exteriores paquistaní en un comunicado, en el que deseó además una pronta recuperación a los heridos.

Auge del turismo en Cachemira pese a los ataques

Cachemira ha experimentado una serie de ataques mortales contra hindúes, incluidos trabajadores inmigrantes de estados indios, desde que Nueva Delhi terminó con la semiautonomía de la región en 2019 y restringió drásticamente la disidencia, las libertades civiles y la libertad de prensa.

Nueva Delhi ha impulsado con fuerza el turismo y lo ha presentado como un signo de normalidad, y la región ha atraído a millones de visitantes que disfrutan de sus estribaciones del Himalaya y de las exquisitamente decoradas casas flotantes en medio de una extraña paz mantenida por los omnipresentes puntos de control de seguridad, vehículos blindados y patrullas de soldados. Hasta el martes, los turistas no habían sido blanco de atentados.

Tras el ataque, los turistas en pánico comenzaron a abandonar Cachemira.

Monojit Debnath, que llegó desde la ciudad india de Calcuta, dijo que Cachemira era indudablemente hermosa, pero que su familia ya no se sentía segura.

"Somos turistas, y debemos pensar en qué seguridad tenemos aquí para nosotros", señaló Debnath en declaraciones a la agencia de noticias Press Trust of India mientras salía con su familia de Srinagar, la principal ciudad de la región.

"Es desgarrador ver el éxodo de nuestros huéspedes del valle después del trágico ataque terrorista de ayer", escribió en redes sociales Omar Abdullah, el principal funcionario electo de la región. "Pero al mismo tiempo entendemos totalmente por qué la gente querría irse".

El ministro del Interior visita la región

Amit Shah, el poderoso ministro del Interior de India, asistió el miércoles a una ceremonia en una sala de control policial en Srinagar, donde se rindieron homenajes florales a los turistas fallecidos. También se reunió con las familias de varias víctimas.

Shah prometió "actuar con dureza contra los autores con las consecuencias más severas".

Más tarde, Shah visitó el lugar del atentado, en la pradera de Baisaran, a unos 5 kilómetros (3 millas) de la ciudad turística de Pahalgam.

La pradera de Pahalgam es un destino popular, rodeado de montañas cubiertas de nieve y salpicado de bosques de pinos. Cientos de turistas la visitan cada día.

Cachemira ha estado dividida por décadas

India y Pakistán, dos países rivales con armas nucleares, administran cada uno una parte de Cachemira, pero ambos reclaman el territorio en su totalidad.

Los insurgentes en la parte de Cachemira controlada por India llevan desde 1989 luchando contra el dominio de Nueva Delhi. Muchos musulmanes cachemires apoyan el objetivo de los rebeldes de unir el territorio, ya sea bajo dominio paquistaní o como país independiente.

India ha utilizado tácticas de mano dura para mantener su control sobre la región, como otorgar a las fuerzas armadas amplios poderes para arrestar, torturar y ejecutar sin juicio previo a sospechosos, según grupos de derechos humanos.

En marzo del 2000, al menos 35 civiles fueron asesinados a tiros en una aldea del sur de Cachemira mientras el entonces presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, visitaba India.

En 2019, meses antes de que Nueva Delhi revocara la autonomía de la región, un ataque insurgente mató al menos a 40 soldados paramilitares e hirió a decenas más, dejando a India y Pakistán al borde de la guerra.

La violencia ha disminuido recientemente en el Valle de Cachemira, el corazón de la rebelión contra India. Los choques entre las fuerzas gubernamentales y los rebeldes se han trasladado en gran medida a zonas remotas de la región de Jammu, como Rajouri, Poonch y Kathua, donde las tropas indias han enfrentado ataques mortales.