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Hartas y tristes,marchan miles

“No llegamos todas”, claman las mujeres que exigieron el fin a la violencia y al machismo

Por El Universal

Marzo 09, 2025 03:00 a.m.

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Ciudad de México.- La rabia se apoderó de mujeres que cansadas de la violencia machista tomaron las principales calles y la plaza pública para dejar algo claro: no llegaron todas, como ha dicho la presidenta Claudia Sheinbaum. De hecho, faltan las asesinadas, desaparecidas y aquellas madres, hijas y hermanas que esperaban justicia, pero la muerte las alcanzó.

Son enérgicas y gritan consignas con todas sus fuerzas. Marchan hartas y tristes del sistema judicial en México que cada día empeora; de no ser escuchadas y de sentir la indiferencia de autoridades federales. Ni las fiscalías, ni jueces, reclaman, han podido remediar todo el daño que han vivido frente la violencia vicaria, física, sicológica y económica.

La Marea Violeta subrayó que: “¡Esa Presidenta, no me representa!”, pues al llegar a Palacio Nacional se encontraron con las vallas de siempre, esas que separan a la Mandataria de las mujeres, esas que impiden a madres buscadoras rogar por justicia, aun cuando hacen huelgas de hambre y buscan a sus hijas porque sólo ellas las encuentran.

Mujeres, madres, hijas y hermanas de todas las edades se reunieron para exigir una vida libre de violencia.

Entre porras de “con falda o pantalón respétame ca…” a las consignas se añadieron “Claudia eres opresora” y “No llegamos todas, faltan mis hermanas”.

Otras denunciaron acoso sexual, laboral y callejero: en ciudades, pueblos, escuelas y en sus propios hogares. Este 8M reunió a mujeres indígenas, influencers, mujeres trans, lesbianas, niñas, adultas mayores, médicas y profesoras que han perdido a una amiga o conocida y temen ser la siguiente, pues en México se asesinan a 10 cada día.

Lloraron y gritaron por activistas asesinadas, por niñas que son víctimas de violación, por el acoso que viven conductoras de aplicación, por las mujeres que se quitan la vida en centros penitenciarios, por presas políticas, por jóvenes que son criminalizadas por protestar pacíficamente. Todas y cada una de ellas las llevan en sus corazones, abrazan a madres que aún buscan a sus hijas en terrenos baldíos, en basureros o en las noches, como víctimas de trata.

Al arribar al Zócalo donde se presenciaron algunos enfrentamientos con el Bloque Negro y personal de seguridad que se encontraba resguardado la catedral y Palacio Nacional.

La sustancia que se usó para replegar a las manifestantes que trataban de derrumbar las bardas causó ataques de tos y picazón en ojos y garganta. Las mujeres afectadas tuvieron que ser socorridas por miembros de la Brigada Marabunta.

Alrededor de las 8 de la noche aún permanecían algunas mujeres en la plancha, al tiempo que el gobierno de la Ciudad de México anunciaba un saldo blanco y una asistencia de 200 mil mujeres.