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La influencia de la toma de decisiones en el éxito empresarial: análisis entre la intuición y los datos

Por Kyle Andres Tsuji Higa

Junio 08, 2025 03:00 a.m.

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Tomar decisiones es algo que realizamos a diario que marca el rumbo de nuestras vidas, la mayoría de veces es una tarea difícil, sin embargo nos ayudan a crear carácter. Esto mismo aplica dentro del mundo de los negocios, desde elegir una estrategia de ventas, hasta elegir el proveedor con quien trabajar o cómo solucionar una crisis que tenga impacto en el futuro de una empresa. Pero, ¿cómo se toman realmente estas decisiones? ¿Pesa más la experiencia e intuición de un líder o el análisis de los datos?

Son muchos los factores que influyen en la toma de decisión final, ya sea tomada por una sola persona o de un equipo de trabajo completo. La personalidad, valores, cultura organizacional, la información disponible y el contexto son algunos de ellos. Los dos enfoques principales para tomar esta decisión son la intuición y el análisis de los datos.

La intuición surge de la experiencia y el conocimiento acumulado. Es esa sensación que nos guía sin haber meditado algo con antelación, se realiza en el momento, muchas veces es valorada por su rapidez y eficacia en situaciones de incertidumbre. Por ejemplo, un empresario al que ha vivido varias crisis económicas, puede detectar algunas señales o patrones sin necesidad de revisar informes financieros, solo por el hecho de que su intuición le indica que algo no está bien.

Por otro lado, el análisis de datos ha tomado una enorme relevancia en los últimos años gracias al avance de la tecnología y el acceso a información en tiempo real. Las herramientas de Business Intelligence, el Big Data y la Inteligencia Artificial han transformado la manera en que se toman decisiones. Hoy en día, muchas empresas utilizan dashboards en tiempo real para medir el rendimiento, conocer mejor a sus clientes y anticipar tendencias del mercado. Tomar decisiones en base a datos permite reducir riesgos, justificar decisiones y generar estrategias más “seguras”.

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Como todo en la vida, ambos enfoques tienen ventajas y desventajas. Usar la intuición es útil cuando se necesita actuar rápido, ya sea por falta de información o por la que la situación lo amerite debido a un ambiente tan cambiante que no permite detenerse a analizar con todo el tiempo del mundo. Sin embargo, también puede hacerte caer en algún error sin darte cuenta, debido al exceso de confianza, la generalización o la resistencia al cambio. Por otro lado, el análisis de los datos es más objetivo y preciso, pero puede llegar a tomar más tiempo y dinero, además de la posibilidad de que sean datos de baja calidad. 

 Un estudio realizado por el MIT Sloan Management Review concluyó que las empresas que combinan la experiencia intuitiva con el análisis de datos tienen un 26% más de probabilidades de obtener resultados superiores al promedio en su industria, demostrando que no se trata de elegir entre uno u otro enfoque, sino de encontrar el equilibrio adecuado según la situación. En negociaciones complejas, es fundamental contar con datos sobre el cliente, el mercado y la competencia, pero también es necesario leer el ambiente, interpretar las emociones y confiar en el instinto para cerrar el trato en el momento justo.

Actualmente, en el mundo empresarial se opera de manera rápida, existe mucha incertidumbre y la competencia es alta, por lo que se exige una mayor agilidad en la toma de decisiones. Muchas de las empresas de hoy en día combinan datos, colaboración y mentalidad flexible para responder rápidamente a los desafíos, de esta manera fomentan una cultura de confianza, experimentación y aprendizaje continuo. A este concepto se le conoce como “decisiones ágiles”.

Es fundamental desarrollar tanto la capacidad analítica como la inteligencia emocional, saber leer datos, pero también saber leer personas, ser capaces de identificar patrones en un informe, pero también en una conversación. La mejor manera para tomar una decisión es la combinación de ambos, entender que la intuición y los datos no deben verse como opuestos, sino como aliados que integrados permiten generar estrategias más sólidas, innovadoras y sostenibles. La clave es equilibrarlos, saber cuándo realizar un análisis de datos y cuándo hacerle caso a tu voz interior que te dice “por aquí es el camino”.

 (Alumno de 2do semestre de negocios del Tecnológico de Monterrey)