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Este fin de semana, durante los partidos de futbol de la Liga MX, la televisión mexicana transmitió anuncios pagados por el Gobierno de Estados Unidos en donde Kristi Noem Secretaria de Seguridad Nacional pidió a los migrantes que radican en su país a salirse de manera voluntaria, de lo contrario amenazó con buscarlos y deportarlos. El mensaje está dirigido a los mexicanos por que se transmitió en nuestro país en un horario de alta audiencia, pero lo más grave fue su alto contenido de discriminación al llamarles criminales e ilegales violadores de la ley. Su transmisión fue una ofensa no solo a la población migrante mexicana y sus familias, sino a todo el país y su soberanía.
En el mensaje se representó a los migrantes como criminales e ilegales, causantes de la inseguridad del país del norte. Además, como responsables de los altos niveles de consumo de droga, del tráfico de personas que cruzan la frontera de manera ilegal y los crímenes violentos que suceden todos los días. Para el gobierno estadunidense no son seres humanos que trabajan en la construcción, en la industria restaurantera, y en diversos servicios que son vitales para la vida cotidiana y el desarrollo de ese país, muchos de ellos reciben bajos salarios y viven en condiciones inhumanas, que gracias a ello se ahorran millones de dólares que les permiten obtener grandes utilidades y con ello incrementar su riqueza y crecimiento económico.
Para el gobierno estadunidense, los migrantes son causantes de sus altos niveles de inseguridad y consumo de drogas, cerrándoles la frontera, según ellos, volverán a ser un país seguro y de leyes. Ese argumento tiene un alto significado de discriminación, sus problemas tienen otras causas que se ubican en sus altos niveles de desintegración familiar que los conduce a consumir todo tipo de drogas. Sus niveles de violencia no solo se deben al consumo de estupefacientes, sino al desempleo, a la caída del poder adquisitivo de los salarios y los bajos niveles de crecimiento económico que ha tenido ese país en los últimos años. Culpar a los migrantes ello es discriminación.
En México, las televisoras que transmitieron esos mensajes lo hicieron para obtener ganancias económicas, sin importar el daño que le hacen a la sociedad mexicana. Su estrategia comercial es de desesperación ante sus bajos niveles de audiencia y credibilidad, con ello no tienen ética ni responsabilidad social. Los gobiernos del pasado eliminaron la ley que prohibía la transmisión de este tipo de mensajes. El gobierno de Claudia Sheinbaum reprochó la actitud de las televisoras y prometió enviar una iniciativa de ley para que no vuelva a suceder, está acción es buena pero no suficiente para limitar el poder y la ambición de algunos medios de comunicación, se requieren acciones más drásticas que contribuyan a eliminar estas prácticas.
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En conclusión: el discurso del gobierno de los Estados Unidos es discriminatorio al llamar a los migrantes mexicanos como criminales y violadores de las leyes de ese país, causantes de los altos niveles de consumo de drogas, responsables del tráfico de personas y de los altos niveles de inseguridad. Las televisoras se han convertido en promotores de esa disminución, les importa más la ganancia económica que el respeto de los derechos humanos de la población migrante mexicana. El gobierno actúo bien, pero de manera insuficiente, tiene que hacer valer no solo la ley sino el comportamiento ético y el respeto de los derechos humanos de las empresas de televisión. Próxima colaboración: 07 de mayo de 2025.
@jszslp