Lindsey Stirling enciende la Navidad en pleno agosto
La violinista californiana deslumbró en el Auditorio Nacional con un show atemporal que mezcló luces, danza, mariachi y música navideña

En pleno verano, cuando la Ciudad de México aún se sacude el calor y la humedad de las lluvias en días pasados, Lindsey Stirling decidió encender otro tipo de fuego: el de la Navidad.
El Auditorio Nacional fue el escenario donde la violinista californiana presentó una noche atemporal, con mariachi, luces, danza aérea y música clásica combinada con electrónica y rock.
Pasadas las nueve de la noche, el concierto comenzó entre sombras, con una gran tela blanca descendiendo del techo mientras sonaban los primeros acordes de "Eye of the Untold Her", y culminó con una inesperada interpretación de Feliz Navidad junto a un mariachi femenino. Sí, en pleno agosto.
"Creo que estamos asombrados por lo que podríamos llegar a ser", dijo Stirling tras interpretar Arena y Underground, abriendo así el primero de sus dos conciertos en la capital.
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El primer cambio de vestuario (un vestido negro con transparencias y brillos) marcó el inicio de una nueva fase del concierto. Con "Firefly" como telón sonoro, la artista de 38 años hizo una pausa para saludar a los presentes:
"Han pasado seis años desde que estuve aquí. Hay un lugar especial en mi corazón para la Ciudad de México. Siempre me reciben con tanto amor y energía. Amo este país, su cultura, su gente. Son de los públicos más apasionados del mundo".
Cada nota de su violín vibraba entre linternas encendidas por el público. Cada movimiento suyo, giros, saltos, coreografías milimétricas, iba perfectamente sincronizado con las luces del escenario.
Momentos después, durante "Evil Twin", desapareció brevemente del escenario para dar paso a una escena de danza aérea sobre telas rojas, acompañada por sus cuatro bailarinas.
La transición hacia "Serenity Now" vino con una propuesta poco habitual: una sesión guiada de respiración. Con voz calmada, invitó al público a inhalar profundo y exhalar lentamente.
"Oh, wow. Normalmente, esa canción tranquiliza mucho al público. Pero no en la Ciudad de México. Ustedes son imposibles de calmar. Siempre están listos. Me encanta", dijo entre risas tanto de ella como del público quien aplaudía y gritaba más fuerte.
Luego, enseñó su respiración favorita (tres inhalaciones cortas y una exhalación larga) mientras sonaba "Between Twilight".
"Cierren los ojos. No haré giros, no haré patadas. Solo sientan la música", pidió antes de interpretar la canción.
"En realidad escribí esa última canción porque algo que empecé a hacer en los últimos tres años de mi vida es trabajo de respiración. Me encanta meditar, y realmente me ayuda a calmarme; es algo que hago antes de cada show, algo que me ayuda a controlar la ansiedad", compartió.
-----Un mariachi y una Navidad en agosto
La narrativa continuó con piezas como "Shatter Me", en la que Stirling tocó mientras giraba sobre un aro aéreo, "Kintsugi" y "Inner Gold", esta última con un nuevo vestuario completamente negro.
Pero uno de los momentos más memorables llegó hacia el final: Lindsey invitó al escenario a un grupo que había conocido apenas un día antes en un parque. Se trataba del Mariachi Azteca, integrado exclusivamente por mujeres. Una a una se presentaron: Linda, Sonia, Aura, Azul, Lena, Sandy, Jimena.
El público, aún sin comprender del todo lo que pasaba, estalló cuando comenzaron los acordes de "El Mariachi Loco", seguidos por "Feliz Navidad". No era diciembre, pero algo en el ambiente olía a nochebuena: el calor, las luces, el violín, los aplausos.
"Cuando conoces a personas y todo simplemente se siente como si estuviera destinado a pasar... eso fue esto para mí. Gracias por ser parte de este sueño", dijo Stirling antes de detener el show por un momento: "Perdón, mis zapatos están un poco flojos. Hablen entre ustedes mientras me los amarro", añadió entre risas.
En "First Light", pidió al público que encendiera las luces de sus celulares. El Auditorio se convirtió en un cielo nocturno iluminado por miles de luciérnagas blancas danzando al ritmo del violín.
Y como todo viaje necesita un cierre, "La Fée Survive" fue la última parada. En esta pieza, sus bailarinas salieron al escenario usando camisetas con la bandera de México. Stirling, visiblemente conmovida, compartió un mensaje de cierre:
"Escribí esta canción en un momento en que estaba muy decepcionada... tenía el corazón roto. Pero aprendí que somos más fuertes de lo que creemos. Y si alguien te trata mal, eso no dice nada de ti. Lo dice todo de esa persona. Sigue creyendo en ti. Te lo prometo: vamos a sobrevivir", mencionó ante el público que aplaudía de pie.
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