El Plan G Repudio activo
Seguramente, conforme se vayan conociendo los resultados de la polémica elección judicial del domingo, irán surgiendo bastantes temas para la discusión pública.
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Pero el día después de los comicios judiciales, dos destacan.
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El primero: el Poder Judicial del Estado será gallardista. El operativo establecido el domingo, por lo civil y por lo criminal, moldeó al gusto del grupo político dominante al STJE.
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El tan llevado y traído acordeón distribuido en la víspera fue seguido al pie de la letra: los nombres de las ocho mujeres y de los siete hombres por los que se ordenaba votar son los que encabezan los conteos.
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A costa de la movilización de muchos ciudadanos, área en la que el PVEM ha alcanzado la excelencia, pero también con la medida extrema de pedir a la burocracia estatal que sufragara por los candidatos “sugeridos” y, como prueba, se debía enviar imagen de la boleta, llenada conforme a la orden.
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Así es como llegarán a las magistraturas Lourdes Zarazúa Martínez, Juana María Alfaro Reina, Sara Bernal Ramírez, Rocío Hernández de la Cruz, Liliana Aguilar Gómez, Paola Morales Monter, Silvia Torres Sánchez y Mónica Kemp Zamudio serán las 8 mujeres que se integrarán al nuevo PJE. Los números de todas ellas estaban en el “acordeón” gallardista. El “Plan G” para el Poder Judicial se concretó.
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Por el lado de los hombres, estarán Jairo Hernández Garibay, Armando Oviedo Ábrego, Arturo Morales Silva, Juan Ramos Ruiz, Rogelio Salazar Zavala, José Luis Ruiz Contreras y Gonzalo Santiago Hernández fueron los siete hombres que se perfilan al cargo. También fueron promovidos a través del “acordeón”.
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El hecho de que, en ambos grupos, los conteos del Ceepac ubiquen a muy considerable distancia a los candidatos que quedaron en noveno lugar por el lado de las mujeres y en séptimo sitio en el de los hombres, es indicio de la movilización.
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Pero ninguno de los candidatos beneficiados por la “guía”, y este es el segundo apunte podrá decir que venció el repudio del electorado.
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Desde luego que el altísimo abstencionismo registrado el domingo es la prueba más notoria de lo anterior, concretando el rechazo pasivo de la ciudadanía al ejercicio.
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Pero las cifras del Ceepac revelan también que se dio un rechazo muy activo de la ciudadanía que, llevando un paso más allá al repudio que sentía por la elección, decidió acudir a las urnas y una vez allí, anular su voto.
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Y lo hicieron en una proporción muy superior a los votos obtenidos por la candidata mejor colocada, Zarazúa Martínez, que apenas pudo lograr la tercera parte de los votos anulados. Del resto, la brecha crece conforme se reducen los votos.
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Esa diferencia palidece aún más ante la cantidad de espacios que se quedaron en blanco en las boletas. Por descuido, por desinformación o por voluntad propia, poco más de un millón de votos, no fueron ejercidos porque no se llenaron todos los espacios disponibles, elevando el descrédito que ya tenían estos comicios.
¡HASTA MAÑANA!
