Impacto económico y empresarial de la guerra
El bloqueo del estrecho de Ormuz por el conflicto podría elevar el precio del petróleo y afectar la economía global.
La escalada de la guerra entre Israel e Irán, y ahora la intervención de EE.UU. en este conflicto, podría tener profundas repercusiones económicas, geopolíticas y de seguridad energética. Las consecuencias dependerán de la duración del conflicto lo que genera una mayor incertidumbre en los mercados globales. El posible bloqueo del estrecho de Ormuz, un paso marítimo estratégico por el cual fluye el 20% del suministro mundial de petróleo y gas natural y la principal ruta de exportación para Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Irak y Kuwait, vería reducido el intercambio comercial y el precio del barril del petróleo que actualmente se cotiza en 77 dólares por barril BRENT, podría alcanzar hasta un rango de 120-130 dólares por barril.
Ante este escenario, un incremento en los precios del petróleo elevaría la inflación a nivel global, lo que reduce el margen de acción de los bancos centrales, lo que podría posponer las expectativas de baja de las tasas de interés, afectando los niveles de inversión productiva, el comercio mundial y la lógica de los flujos geoeconómicos. Si bien los mercados financieros aún no entran en pánico, si están en alerta, lo que pudiera provocar una fuga de inversiones hacia activos refugio como son bonos de emisores sólidos, metales y monedas refugio como el dólar estadounidense, el franco suizo y el yen japonés.
Particularmente para México, se pudieran llegar a generar presiones en el precio del petróleo y las gasolinas, recordemos que México es un país que importa gasolina. El Gobierno de México, ha anunciado un monitoreo permanente de los precios internacionales del petróleo para tomar acciones de manera preventiva, además de la utilización de mecanismos fiscales ya establecidos como es el Impuesto Especial sobre Productos y Servicios (IEPS) para amortiguar estos impactos; aunque el subsidio a los combustibles crecería lo que podría presionar el gasto público.
En el ámbito empresarial, el conflicto entre Irán e Israel generaría efectos colaterales en las cadenas de suministro latinoamericanas. Además, del efecto inflacionario derivado por el incremento en precios de combustibles y transporte, la aversión al riesgo aumenta, lo que podría provocar salidas de capital en economías emergentes, depreciación de la moneda, caídas en los precios de las acciones y un incremento en las primas de riesgo. México importa productos petroquímicos y fertilizantes de países que operan desde el Golfo Pérsico, y la inestabilidad en la región podría impactar a sectores estratégicos como el agrícola y el industrial. Aunado a la guerra arancelaria que ha impuesto EE.UU., las empresas mexicanas podrían verse afectadas en un incremento en sus costos operativos y logísticos.
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¿Qué acciones puede adoptar el sector empresarial en México? Ante un contexto complejo para las empresas, la capacidad de anticiparse y adaptación serán fundamentales. Es importante analizar los impactos, preparar planes de contingencia y fortalecer la gestión de riesgos que reúna a expertos en áreas de finanzas, mercadotecnia, ingeniería y cadena de suministro para realizar análisis detallados de costos y abastecimiento. Diversificar mercados hacia aquéllos menos afectados por restricciones arancelarias o conflicto militar y establecer alianzas con socios locales. Adoptar y apostar por herramientas tecnológicas para analizar de manera predictiva los riesgos geopolíticos, anticipar cambios de demanda, automatizar procesos críticos y priorizar la seguridad cibernética. Gestionar de manera eficiente los inventarios, con el objetivo de reducir costos de almacenamiento, así como diversificar proveedores y rutas, especialmente en productos sensibles como combustibles y agro-insumos. Trazar estrategias comunes con proveedores de transporte y logística es un punto crucial para crear sinergias y estrategias comunes. Evaluar los contratos de seguros internacionales que cubran los riesgos de fuerza mayor por conflictos en Medio Oriente es una estrategia que debe valorarse.
En cuestión de semanas se visualiza un nuevo entorno geopolítico, y en ante este escenario volátil e incierto, el análisis y la previsión permiten tomar decisiones oportunas y mesuradas para garantizar la continuidad de los negocios.
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