In-D: Fugitivos desaparecidos y fugitivos los que los desaparecieron

Fue el pasado 25 de mayo en la oscuridad de la madrugada de Reynosa cuando los integrantes del Grupo Fugitivo, banda de música norteña, desaparecieron abruptamente. Esto simplemente no tendría por qué estar sucediendo. Una vez más tenemos que enfrentarnos a la misma historia de todos los días. La incompetencia de las autoridades ante un claro control por parte del crimen organizado en todo el teje y maneje de nuestro país. Los mexicanos estamos cansados de la negligencia de los que, supuestamente, tendrían que estar velando por nuestra seguridad. ¡Ya basta! Al gobierno de la República le seguiremos gritando hasta el cansancio que no soportamos más el inútil e insoportable "Llegaremos al fondo de todo esto, este crimen no quedará impune". Una vez más hay vidas, familias truncadas por la violencia y la impunidad que reina en nuestro país.
Fugitivo es solo un ejemplo de la interminable lista de desaparecidos en México. ¿Dónde está la seguridad que prometieron? ¿Dónde está la justicia para las víctimas del crimen organizado? ¿Cuántas más familias deben sufrir antes de que actúen?
La investigación marcha lentamente, las autoridades no han logrado avances significativos. Se informó que la camioneta en la cual se desplazaban los integrantes de la agrupación fue encontrada en la Colonia La Cañada, a unos kilómetros de donde Fugitivo dio su última presentación. El vehículo no mostraba signos de violencia ni impactos de bala. Los logotipos de la agrupación habrían sido retirados de la camioneta. Los familiares de los integrantes de la banda exigen transparencia en la investigación. Que realmente se llegue al fondo de todo este asunto.
Su desaparición debe ser tomada como lo que es, como un golpe cruel a la tranquilidad de nuestro país. No podemos normalizar las desapariciones, no podemos ver a los muertos como parte del paisaje. No podemos entrar en ese espiral de violencia y volverla parte de nuestro día a día.
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El crimen organizado, como un cáncer, se ha infiltrado en todos los niveles del poder, corrompiendo instituciones y sembrando miedo. Los criminales dictan sus propias reglas, imponen su propia ley, y el Estado parece impotente para detenerlos. El crimen organizado se ha convertido en un estado paralelo, con su propia estructura de poder, sus propias leyes y su propio ejército.
Y no todo es culpa del Estado. Nosotros, como ciudadanos, también estamos cegados ante la realidad. Hechos como la desaparición de los integrantes de Fugitivo saca lo peor de nosotros. Que si algún vínculo tenían con el narco, que seguramente andaban en malos pasos, que seguro ellos solitos se lo buscaron. Yo no tengo los elementos para asegurar que estos muchachos eran unas blancas palomitas, tampoco tengo las pruebas para afirmar que estaban involucrados con criminales.
Supongamos que no tenían ninguna clase de relación con el crimen. Con mayor razón su desaparición representa una injusticia mayúscula. Ahora supongamos que, efectivamente, había relación de la agrupación musical con alguna célula delictiva. Entonces aquí es donde debemos detenernos a reflexionar un poco.
¿Qué es lo que estamos haciendo mal? ¿Por qué un grupo de músicos se ve en la necesidad de crear vínculos con los criminales? Algo está fallando desde muy atrás. En las escuelas, en las calles, en los Gobiernos, en las familias y hogares mexicanos. Algo está haciendo que el árbol crezca chueco y que para "enderezarlo" se tenga que recurrir al camino equivocado. México está en una encrucijada: o se recupera de esta pesadilla o se hunde en la oscuridad para siempre. México seguirá preso de una realidad en la que deportistas, empresarios, servidores públicos y cualquier ciudadano se ve seducido por el crímen, por la inmunidad otorgada a quien decide delinquir en nuestro país.
Para poder encontrar respuestas y caminos tendremos que escarbar muy profundo y, sobre todo, entender que mucho del problema parte de nosotros mismos. Habrá que pararnos frente al espejo y escupirnos la verdad en la cara: Tanta culpa tienen los que hacen, como los que permiten que hagan.
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