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Medio siglo de impacto: el Tec de Monterrey en San Luis Potosí

Por Colaboradores

Agosto 17, 2025 03:00 a.m.

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San Luis Potosí vive una transformación acelerada. La llegada de nuevas armadoras, el auge del nearshoring, el crecimiento urbano y la digitalización están reconfigurando el tejido económico, social y cultural de la ciudad. Sin embargo, estas oportunidades no llegan solas: traen consigo desafíos en materia de educación, sostenibilidad, movilidad, vivienda y cohesión social. En este contexto, el 50 aniversario del Tec de Monterrey en San Luis Potosí, más que una celebración, es una oportunidad para reflexionar sobre cómo la educación superior puede, y debe, acompañar, anticipar y orientar los cambios que atraviesa nuestro estado.

Cuando en 1975 un grupo de empresarios gestionó la apertura del campus, lo hizo con la certeza de que San Luis necesitaba una institución que formara líderes capaces de transformar su entorno. Aquella apuesta respondió no solo a una necesidad inmediata de talento profesional, sino a una visión de largo plazo: una ciudad competitiva requería una comunidad universitaria comprometida con el desarrollo económico y humano del estado. Las exigencias del siglo XXI no se resuelven únicamente con preparación técnica: demandan pensamiento crítico, liderazgo ético, sensibilidad intercultural, trabajo colaborativo y compromiso ciudadano. Eso busca el modelo TEC21: poner a los estudiantes frente a retos reales y vinculados a su comunidad.

Pero formar talento no basta. San Luis necesita más que buenos profesionistas: necesita ciudadanos íntegros que comprendan la complejidad de su entorno y se comprometan con su transformación. El crecimiento industrial plantea preguntas difíciles: ¿cómo generar empleos sin comprometer el medio ambiente?, ¿cómo evitar que las brechas entre zonas urbanas y periféricas se amplíen?, ¿cómo lograr que el progreso no deje a nadie atrás? En una ciudad donde la expansión urbana presiona los servicios públicos, donde la desigualdad se hace visible en la periferia, y donde el acceso a oportunidades sigue siendo desigual, la educación superior tiene la responsabilidad de mirar más allá del aula y volverse parte activa de las soluciones.

En estos 50 años, el Tec no ha sido ajeno a esa misión. Desde la creación de programas pioneros, hasta la apuesta por el emprendimiento social, la investigación aplicada, la vinculación con empresas locales y globales, o la internacionalización del perfil de sus egresados, el campus San Luis ha buscado ser un referente de innovación con sentido humano. Ha acompañado a generaciones de estudiantes que lideran empresas, organizaciones civiles, gobiernos y proyectos comunitarios. Más que formar profesionistas exitosos, su desafío hoy es formar agentes de cambio: personas capaces de preguntarse no solo “¿qué puedo lograr?”, sino “¿para quién y para qué?”. Personas que no separen su éxito individual del bienestar colectivo.

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El aniversario del Tec no debe ser solo una mirada al pasado, sino una invitación a imaginar el futuro. ¿Cómo convertimos al Tec en catalizador de soluciones para los problemas reales de San Luis? Porque formar líderes ya no basta. Hoy, más que nunca, necesitamos formar personas que comprendan que el conocimiento se vuelve valioso cuando se pone al servicio de los demás. La historia del Tec en San Luis no está escrita en piedra: está viva, en movimiento, y su próximo capítulo depende, como hace cinco décadas, de quienes creen en el poder transformador de la educación.

Francisco de la Cuadra Mancilla es egresado del Programa Multicultural de PrepaTEC y actualmente cursa estudios superiores en la Universidad de Notre Dame. Asistente de investigación con la Dra. Mariana Cordova Contreras de la Escuela de Negocios ITESM Campus San Luis Potosí.