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Paradoja ecológica: Con tecnología vemos y medimos nuestra destrucción ecológica

Por Adolfo González Díaz Infante

Agosto 02, 2025 03:00 a.m.

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Paradoja significa un dicho o un hecho que es CONTRARIO A LA LÓGICA Y SENTIDO COMÚN. En nuestro caso estudiaremos la Paradoja Ecológica-Científica en las que estamos envueltos en estos momentos. Esta paradoja consiste en que con todos los avances científico-tecnológicos que existen en la actualidad y que nos permiten por primera vez tener una visión a escala global de nuestro planeta, lo primero que está midiendo es el grado y velocidad de afectación ecológica que ya realizamos y que estamos infringiendo en estos momentos, en la mayoría de los casos con nuestro beneplácito y participación personal, consciente o inconscientemente de los funestos resultados que pagaremos nosotros mismos y las siguientes dos generaciones especialmente.

Por otro lado, la medición de las enormes cantidades de datos que poseemos es imposible de analizar por medios convencionales, ya que se miden en PETABYTES e incluso numerales mayores equivalentes a millones de GIGABYTES. Por lo que se creó el concepto de BIG DATA, que es el procesamiento de todos esos ríos de información en tiempos razonables.

Al conjuntar estos dos avances tecnológicos, es decir las MEDICIONES SATELITALES DE ALTA RESOLUCIÓN con el procesamiento de BIG DATA, tenemos una visión global del planeta y podemos medir desde altura de olas en océanos, variación de temperatura en tierra, océanos y aire, incendios forestales, degradación de suelo, flujo en los ríos, deshielo de glaciares, deshielo de polos, densidades urbanas, densidades de flora y fauna, radiación solar, lluvia, intensidad de terremotos, etc., en cuadrículas menores a 1 km x 1 km en todo el planeta.

Una vez entendido lo anterior, podemos hablar sobre uno de varios proyectos de mediciones ecológicas globales que se están desarrollando en todo el mundo, en este caso en Suiza en el INSTITUTO FEDERAL DE TECNOLOGÍA SUIZA en Zúrich, en un proyecto multimillonario que tendrá una duración de 13 años.

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Como algunos de sus primeros objetivos se dieron a la tarea de contar cuántos árboles hay en el mundo actualmente, y llegaron a la conclusión de que tenemos 3.2 trillones de árboles, es decir 3.2 millones de millones de árboles, equivalentes a 400 árboles por cada ser humano, considerando 8,200 millones que somos actualmente. Y que además el planeta puede ser reforestado en parte con otros 1.2 trillones de árboles que absorberían 200 giga toneladas de carbón, es decir 200 mil millones toneladas de carbón anuales. También como conclusión se estableció un plano mundial con el potencial de reforestación, y como ejemplo en China se están reforestando 13 provincias de las más afectadas, y se reporta en 2017 una ganancia de 2,400 kilómetros cuadrados contra la desertificación por primera vez, ya que antes se estaban desertificando 10,400 kilómetros cuadrados por año.

Basado en los resultados anteriores, se dieron a la tarea de estudiar el suelo que soporta los árboles y su almacenamiento de carbón, y se descubrió que los animales más abundantes en el suelo del planeta son los NEMATODOS, que son gusanos muy pequeños que viven en la tierra y suelo que sostiene los árboles y se alimentan de hongos y bacterias. Actualmente se tiene registradas más de 25,000 especies de nematodos, aunque se piensa que existen más de 500,000 especies. Pero con la utilización de los medios tecnológicos mencionados anteriormente se llegó a la conclusión de que existen 0.44 sextillones de nematodos en el planeta, equivalentes a 440 millones de millones de millones de especímenes y son una parte más que importante en el equilibrio ecológico y en el ciclo de absorción el carbón. Por lo anterior se midió su densidad y varía de 1,000 a 23,000 nematodos por cada kilogramo de tierra en todo el planeta, variando en función de su composición química, y se concentra más en latitudes altas, es decir alejados del Ecuador.

Otro estudio también realizado con estas tecnologías es la medición de los flujos de los ríos en el mundo. Esto significa que se han medido más de 12 millones de kilómetros de ríos desde el espacio, y la conclusión es que sólo el 37%, es decir poco más de 4 millones de kilómetros de ríos, fluyen libremente hacia el mar, esto es sin presas que obstruyan su camino, con todas las consecuencias ecológicas ya mencionadas en otros artículos de esta columna.

La conclusión y paradoja es que las mediciones planetarias hasta hoy sólo nos han servido para ver desde arriba cómo estamos destruyendo nuestro planeta y cómo el costo ecológico se distribuye al final en todo el planeta. Pero la perspectiva es que reaccionemos cada uno de los 8,200 millones de HOMO SAPIENS que somos y cambiemos positivamente nuestros hábitos de consumo. En el corto plazo nos deben de servir para medir los avances ecológicos que vayamos logrando, ya que es impostergable dar más valor a la ECOLOGÍA SOBRE LA ECONOMÍA.