Urge supervisar puestos de alimentos y bebidas callejeros

A pesar de la vigilancia de autoridades de Comercio y Salud, en la vía pública persisten puestos de alimentos y bebidas que, por sus condiciones de higiene y ubicación, representan un riesgo para las y los consumidores que acuden a ellos.

En casi todos los sectores de la capital potosina es posible hallar puestos de tacos, tortas, 

mariscos, carne frita o asada, pollos o de bebidas preparadas casi siempre sin alcohol, cuyas medidas de higiene y seguridad son bastante endebles.

Por lo general, se ubican en las esquinas de calles y avenidas transitadas en donde la clientela se expone a ser arrollada por automovilistas imprudentes o de poca experiencia en el manejo de sus vehículos. Estos puestos carecen de protecciones y su personal no cuenta con equipos ni con capacitación en primeros auxilios.

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En cuanto a higiene, se trata de “changarros” expuestos permanentemente al viento y sus contaminantes; al sol cuyos rayos aceleran la descomposición de los alimentos, y se sitúan junto a coladeras de las que emanan olores de drenaje que en algunos casos se intenta “eliminar” colocando grandes láminas de cartón sobre las rejillas.

En este sentido, urge no solamente mayor supervisión y control de los puestos callejeros, sino también una mayor educación en la población para que sea más analítica y selectiva respecto a los sitios a los que acude a consumir.