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Allison agradece a fans y a la vida en el Pepsi Center

El líder de Allison, Erik Canales, emociona al público con un agradecimiento especial en el concierto del Pepsi Center

Por El Universal

Julio 13, 2025 10:21 a.m.

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Allison agradece a fans y a la vida en el Pepsi Center

CIUDAD DE MÉXICO (EL UNIVERSAL).- Afuera llovía. Adentro, miles de personas se refugiaban bajo un mismo grito: "Allison, Allison". El Pepsi Center en la CDMX se transformó en un templo donde no solo se cantó, se agradeció por estar vivos.

Esa noche, Erik Canales no solo dio un concierto. Subió al escenario para rendir homenaje a un sueño cumplido y a los días que casi lo derrumbaron.

"Gracias, Señor, por no haberme dejado morir hace dos años", dijo el cantante en voz alta, deteniendo todo por unos segundos. "Te pedí una última vez estar aquí y me lo estás regalando".

La noche comenzó con una dosis de nostalgia: "Los Malaventurados No Lloran" de PXNDX y "Sognare" de División Minúscula sonaron por los altavoces mientras el público coreaba emocionado. Las bandas Pedro y el Lobo, Taller para Niños y Say Ocean se encargaron de abrir el concierto.

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Pero fue a las 8:50 p.m. cuando la oscuridad se apoderó del recinto y el grito colectivo marcó el inicio. Erik Canales apareció con una guitarra roja, vestido de negro y lentes oscuros. "Me cambió" fue la primera canción, y desde ese momento quedó claro que esta noche no era cualquier noche.

Del Chopo al Pepsi

Allison nació en la Ciudad de México en 2002. Erik y Manuel "Manolín" Ávila se conocieron en la prepa. Tocaron en varios proyectos que no funcionaron, hasta que decidieron unirse y formar su propia banda. Le pusieron Allison por un poema que hablaba del amor: "Allison es esa chica con la que estás, pero nunca terminas de conocer", explicó Erik alguna vez.

Antes del disco platino, antes de las giras internacionales, hubo tardes de repartir flyers en El Chopo. Noches de tocar en foros como el Alicia, donde aprendieron a hacer segunda voz cantando encima de discos de Taller para Niños. En palabras de Fear, bajista de la banda:

"Nosotros fuimos estudiantes de la Universidad del Foro Alicia. La universidad de la calle. Del doom rock, del pop mexicano independiente", dijo este sábado ante sus fans.

Y entonces llegó uno de los momentos más íntimos, inesperados y poderosos de la noche. Una confesión lanzada como plegaria por parte de Erick:

"Gracias, Señor, discúlpame por no haber creído en ti. Siempre tenías que dejarme solo en la oscuridad para contarte esos días donde, sin poder agarrarse de nada, me tuve a mí mismo para salir adelante. Gracias, Señor, por no dejarme morir hace dos años, porque esa plática donde te pedí que me regalaras un momento de estos una vez más me la estás obsequiando en este momento.

Gracias, Señor, por romper la óptica de mi crianza y enseñarme a ver más allá de lo obvio, por enseñarme que los triunfos están escondidos en los fracasos, que la alegría es una opción y yo decido cómo ver la vida, por más tenebrosa que parezca. Gracias por abrirme los ojos y ver en cada amigo que he enterrado un consejo de cómo vivir mi vida mejor y honrarlos de esa manera", leyó en voz alta.

"Ustedes son nuestra gasolina": Allison celebra dos décadas con su público

"No saben lo que se siente estar aquí arriba. Extrañábamos mucho esto. Estar tan cerca de ustedes. Gracias a cada uno que compró un boleto. Ustedes son nuestra gasolina para seguir haciendo esto", fueron las primeras palabras que la banda le dedicó al público.

Allison firmó con Sony cuando sus integrantes apenas tenían 21 años. Su álbum debut vendió más de 300,000 copias en México. Fue platino en cuestión de semanas. Pero, como Erik diría después, "todo pasó muy rápido". Y la vida también cobra factura.

En 2010, camino a Oaxaca, la banda sufrió un accidente que casi termina en tragedia. El coche dio varias vueltas. Una lámina atravesó el parabrisas y casi le arranca la mano a Manolín. Sobrevivieron. Pero el trauma se quedó.

"Gracias por enseñarme que los triunfos se esconden en los fracasos. Que la alegría es una opción", dijo Erik. "Gracias por cada persona que está aquí, cantando el alma conmigo".

Las canciones siguieron: "El juego", "Dualidad", "El príncipe". A cada tema le acompañaba una anécdota, una broma o una dedicatoria. Como cuando Erik le habló directamente a los niños presentes:

"Sean muy felices. Gracias por apoyarnos todos estos años. Cada vez que reproducen una canción, es como si nos dieran más corazón".

Mientras eso pasaba, el recinto se llenaba de humo. Literal. Aunque estaba prohibido fumar, decenas de personas encendían cigarrillos y vapeadores sin reparo. La vigilancia fue casi inexistente. El olor a tabaco y marihuana se volvió parte del ambiente.

Allison subió invitados como TTS de Here Comes the Kraken para "Matar o morir", Polaris para "Se vale correr", y Manolín, quien apareció con una armónica y un paraguas. Erik lo abrazó:

"Un aplauso para este hombre que me cambió la vida. Todos deberían tener un Manolín en su vida".

Recordaron historias de sus inicios. Cuando la mamá de Erik fue a un show y salió con un ojo morado. Cuando conocieron a Javier Blake y ambos tenían el mismo moretón. Cuando tocaron por primera vez en el Alicia. Dedicaron la noche a Nacho Pineda, "máximo sensei del rock and roll", aunque no estuviera ahí.

El concierto cerró con fuerza: "Frágil", "Conexión", "Waiting", "Memorama". El Pepsi Center entero cantaba. Las luces de los celulares encendidas. Las emociones a flor de piel. Algunos lloraban. Otros se abrazaban.

Erik dijo una última frase antes de salir:

"Gracias por regalarme este momento. Tal vez ustedes no lo saben, pero este era mi sueño desde niño. Y hoy, lo estoy viviendo con ustedes".