Luis Enrique Guzmán se muestra recuperado tras la muerte de Silvia Pinal
El músico y productor muestra mejor semblante y deseos de cuidar la casa de la diva.

CIUDAD DE MÉXICO (EL UNIVERSAL).- Luis Enrique Guzmán reaparece, luego de una temporada de mantenerse en perfil bajo, tras la muerte de su madre, Silvia Pinal, pérdida que en su momento se dijo que le habría producido una grave depresión: ahora, el músico y productor se muestra con mejor semblante y con deseos de encargarse de la casa que la diva le heredó.
El fin de semana, Alejandra Guzmán compartió una fotografía en sus redes, en la que aparece junto a su padre, don Enrique y Luis Enrique, su hermano menor, en donde se les puede ver pasando un rato en familia.
No sólo sorprendió que la cantante compartiera ese post, debido a que, hace sólo unos días antes, informó que pospondría todas las fechas que aún tenía pactadas, como parte de su "Brilla Tour", como una recomendación médica, debido a una reciente operación a la que había sido sometida, sino que la presencia de su hermano fue lo que más llamó la atención.
Esto debido a que, desde hace meses, se sabía muy poco de su paradero, lo que alimentó las especulaciones acerca de una posible depresión, derivada del deceso de su madre, que el próximo 28 de agosto cumplirá nueve meses de fallecida.
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"Ventaneando" entrevistó a Luis Enrique, a propósito de su reaparición en redes y, con un semblante tranquilo, contó que se ha estado encargando de su salud mental, pues está tomando terapia y, también, se ha adentrado en procurar su sentido espiritual.
"Estoy en terapia, estoy viajando mucho, fui a Alemania, voy a la Riviera Maya también, me he concentrado más en la espiritualidad, estar para mí mismo", expresó.
Además, dijo que está enfocado en cuidar la famosa casa del Pedregal, la cual su madre le dejó, tras partir de este plano.
"Sacar adelante el casarón que me dejó mi jefa, mantenimiento y demás, muchas cosas que hay que arreglar en la casa, porque es una casa grande", reconoció.
Aclaró que la casa ahora es propiedad suya y de su hermana Alejandra, decisión que doña Silvia tomó, ya que sabía que ellos dos no la dejarían abandonada pues se trata de uno de los bienes más valiosos, sentimental y económicamente, que la diva dejó.
"Ahí vamos, tenemos planes (con la casa), nos la dejó mi mamá porque sabía que, Alejandra y yo la íbamos a cuidar, que la íbamos a querer y a mantener, era su legado, su cara era su amor, por eso estamos queriendo hacer algo bonito".
Finalmente confesó que, ahora que Efigenia Ramos, la asistente de su madre, se fue de la casa y siguió con su vida, ha resentido su ausencia, pues vivía con ellos y llegó a verla como un integrante más de su familia.
"La verdad es que la extraño, porque vivíamos juntos, desayunábamos juntos con mi mamá, jugábamos dominó, es una convivencia muy familiar que, ahora, se ha perdido, ya sabes, se muere la matriarca y el pegamento (familiar) se seca", consideró.
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