¡Prestigio internacional!
Claudia Sheinbaum Pardo, presidenta de México, tiene un alto prestigio internacional y una gran aceptación social, lo que la convierte en una líder a nivel local y global. Las causas de ello van desde su popularidad social, el contexto económico y político de México, la postura de la política diplomática, continuidad de la política social, combinación de perfil tecnocrático y social, así como su estrategia de comunicación que hace al margen de los medios tradicionales. Esta combinación de factores ha generado que sus posturas ante los acontecimientos nacionales e internacionales tengan más peso político que las adoptadas por el presidente de los Estados Unidos y Canadá.
El alto prestigio internacional de la presidenta de México en primer lugar está dado por que su elección representó un antecedente histórico, llegando a ser la primera mujer en liderear una de las economías más grandes del mundo, lo que le dio un alto valor simbólico, donde el liderazgo femenino en jefaturas de Estado no es común. Además, le ha dado continuidad a un proyecto de izquierda que apoyan millones de mexicanos, por lo que llegó con el respaldo de un movimiento nacionalista y progresista que generó cambios sociales importantes, que no se habían obtenido en las últimas décadas, como es la reducción de la pobreza y el aumento del salario mínimo, sin afectar las variables macroeconómicas.
En segundo lugar, se encuentra su perfil tecnocrático y cercano a la sociedad, en donde su formación como científica de la UNAM, profesora y feminista, junto con su experiencia como jefa de gobierno de Ciudad de México, le da un perfil profesional de conocimiento de las políticas públicas y comprometido con amplios sectores de la población. Este conocimiento riguroso de la gestión pública ha generado que en su gobierno se aplica una metodología de diagnóstico y planeación detallada en sus políticas públicas, lo que le da una imagen de control y evaluación amplio. Como, por ejemplo, el desarrollo de planes específicos para temas complejos como la migración, seguridad pública y política social.
En tercer lugar, México es la 12ª economía mundial por PIB y tiene un papel estratégico en el comercio internacional, especialmente en el T-MEC. Su liderazgo con peso económico y geopolítico relevante amplió su influencia internacional. Además, también ha influido su gestión diplomática ante amenazas de aranceles de Estados Unidos, especialmente frente a Donald Trump, lo que la ha posicionado como una líder que defiende la soberanía nacional y promueve la unidad del país. Así mismo, su equipo de trabajo ha implementado una estrategia de comunicación que fortaleció su presencia en redes sociales y con ello conectar con diversos públicos, especialmente jóvenes.
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Para concluir, Claudia Sheinbaum Pardo, como presidenta de México, combina su formación científica y capacidad de planeación rigurosa de políticas públicas con una estrategia política que prioriza mantener el apoyo social, la diferenciación progresista y la respuesta firme pero pragmática a desafíos nacionales e internacionales. Además, utiliza estrategias tecnocráticas que incluyen la gestión basada en evidencia, comunicación política profesional, aprovechamiento estratégico del legado de del expresidente AMLO, y el uso innovador de medios digitales de comunicación, todo ello para ganar y consolidar su alta aceptación en México y liderazgo en el contexto internacional. Próxima colaboración: 16 de julio de 2025.
@jszslp